Las ráfagas de “Cuerno de Chivo” y el seco sonido de detonaciones de pistolas, sembraron el terror en el sector norte de Culiacán, minutos después se supo que se trataba de una persecución policiaca, en la que los delincuentes desactivaron el largo brazo de la ley al arrojarle puntas metálicas para bloquear su camino.

Así como lo leyó, el crimen organizado de nueva cuenta hizo de las suyas al desactivar con toda impunidad un operativo para detener a pistoleros que huían en al menos 4 unidades, desde las cuales accionaban su poderío de fuego.

Tras utilizar los llamados “ponchallantas”, los integrantes de esta célula criminal, no solo detuvo a las patrullas, sino que provocó que una de ellas se subiera al camellón central del bulevar Rotarismo, lo que generó que dos policías estatales resultaran lesionados, según reveló el propio secretario de seguridad pública en Sinaloa, Cristóbal Castañeda Camarillo.

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