Redacción
Culiacán, Sinaloa.- En las últimas décadas, las enfermedades alérgicas han aumentado y aunque todavía no existen suficientes estudios epidemiológicos, la prevalencia de la alergia alimentaria se estima cercana al 10 por ciento, por lo que es importante para prevenir reacciones adversas, que pueden ser graves y más en el caso de los bebés, expuso Rosa Aida Martínez Bustillos.
La especialista en bioquímica en alimentos de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) destacó que, en el caso de los bebés, es muy importante prestar atención en la etapa de ablactación, cuando inician a consumir alimentos sólidos, donde se debe tener cuidado en el tipo de alimentos que se les empezará a dar y lo que se recomienda es iniciar con uno a la vez y observar las reacciones que tiene el niño.
“En sí, la alergia es una respuesta inmunitaria del organismo, es decir, el organismo reacciona ante alguna sustancia que está presente en el alimento y lo que hace el organismo es que emite o libera inmunoglobulina, que son los anticuerpos, y reconocen a esta sustancia como algo dañino para el cuerpo. En sí se llaman alérgenos y están muy identificados en algunos alimentos”, detalló.
La docente e investigadora de la Facultad de Ciencias de la Nutrición y Gastronomía de la UAS mencionó que los síntomas más frecuentes que pueden ocurrir debido a una alergia ocasionada por un alimento son: manchas rojizas e inflamadas en el cuerpo; comezón generalizada; vómitos y diarrea; gases y cólicos; inflamación de la lengua, labios y cara; dificultad para respirar y nariz con mucosidad.
“Una alergia alimentaria común en bebés es a la proteína de la leche de vaca, que puede ocurrir inclusive durante la lactancia materna. Los principales alérgenos implicados en esta son la caseína y las proteínas del suero: alfa lactoalbúmina y beta lactoglobulina. Esta última es una de las proteínas implicadas con mayor frecuencia en las reacciones alérgicas la leche de la vaca; se absorbe a través de la mucosa intestinal debido a que resiste la hidrolisis ácida y la acción de las proteasas”, indicó.
La universitaria puntualizó que, hasta ahora, no existe evidencia de que el evitar ciertos alimentos durante el periodo de lactancia materna puede ayudar a evitar que el lactante desarrolle alergias o asma.