Redacción
Culiacán, Sinaloa.- Luego de un año de rehabilitación y cuidados, 15 guacamayas y loros, que habían sido decomisados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente PROFEPA y la Policía Federal en enero del 2019, fueron liberados por médicos veterinarios y biólogos de la Reserva Ecológica del Mineral de Nuestra Señora de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), informó Diego Sidu Chan Chon.
El encargado de la Estación Biológica de la reserva universitaria detalló que en una primera estancia este grupo de guacamayas y loros decomisados se llevaron al Acuario de Mazatlán, dado que estaban en muy mal estado y tenían sus alas mutiladas, luego de su rehabilitación es que se llevaron al espacio de la UAS, ubicado en Cosalá, ya que es ahí donde se cuenta con una unidad de manejo para la conservación de vida silvestre.
“Ahí terminaron su rehabilitación, completando lo que es el vuelo, los hábitos y las conductas, entonces esta liberación fue gradual, porque estos animales permanecieron un año en cautiverio, entonces en una jaula de preliberación ya antes construida se abre una pequeña compuerta, que está en la parte superior, y dejamos que los animales poco a poco se reintegren a la vida silvestre”, puntualizó.
El biólogo universitario manifestó que este tipo de liberaciones precede un trabajo muy arduo, dado que se debe trabajar con la conducta de las aves, donde se conjugan los patrones de vuelo, sistemas de vuelo, y sobre todo las condiciones físicas, aunque en esta ocasión se tuvo la ventaja de que estas eran polluelos.
“Entonces como son pollos aún pueden aprender y tenemos la ventaja y los beneficios de que la unidad de manejo para la conservación de vida silvestre está en la distribución natural de esta especie y contamos con poblaciones silvestres, las cuales van a enseñar a estas guacamayas donde alimentarse, donde volar, donde dormir, donde anidar y van a aprender las conductas de las poblaciones silvestres”, reconoció el especialista.
Sidu Chan Chon señaló que con estas acciones la UAS busca poner su granito de arena en lo que marca la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es precisamente la conservación de las especies, como una especie tan prioritaria como es la guacamaya verde.
“Son especies banderas o indicadoras de la buena salud de un ecosistema y son dispersoras también de semilla, las cuales ayudan al equilibrio y al sano manejo de un ecosistema”, concluyó.