CIUDAD DE MÉXICO.- El gobierno de la República analiza sancionar a la empresa Levanting Global Servicios LLC, S.A., luego de que el 15 de abril de este año venció el plazo que tenía para entregar 2 mil 500 ventiladores al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Además, después de dicho incumplimiento de contrato, el director del IMSS, Zoé Robledo, señaló a Grupo Imagen que una opción que tienen para conseguir los ventiladores que no les entregó la empresa es reparando algunos a los que les faltan piezas.
Ahorita tenemos, en el Centro de Ingeniería de Michoacán, en Morelia, una estrategia con 321 ventiladores que se están reparando, se toman piezas de unos para reparar otros, ponerlos a andar, probarlos y después ponerlos a disposición”, declaró.
Explicó que otra opción es verificar los que tienen en el IMSS que no están en servicio por la falta de consumibles, así como hacer compras locales en las delegaciones y recuperar los que tienen en renta.
Indicó que, en lo que respecta a la empresa Levanting Global Servicios LLC, S.A., que incumplió la entrega de los equipos comprometidos desde el 30 de marzo pasado —cuando recién se declaró la fase uno de la epidemia por COVID–19— decidirán si procede una cancelación del contrato, o bien, si se penaliza a la compañía al momento de entregar los productos ofrecidos, valuados en poco más de 93 millones de dólares.
Se puede rescindir el contrato o, si se llega a comprar, se compra con una penalización. ¿En función de qué? De lo que entregue, de lo que puedan entregar, era una compra grande que se registra en la cartera de inversión, pero en este momento no se ha pagado un peso de esos ventiladores, son una asignación, se rescinde el contrato”, respondió desde Palacio Nacional luego de que Excélsior dio detalle del incumplimiento en su edición del jueves.
Remarcó que, pese al incumplimiento en la entrega de los ventiladores, “no se ha pagado ni un peso” por ellos, en razón de que se decidió adquirirlos –derivado de la emergencia y las restricciones en las fronteras– a partir de “una valoración documental”.
Incluso, si llegan a estar en el país para entrega, se tiene que hacer también una valoración técnica, en vivo, con los materiales”, detalló.
URGEN FLEXIBILIZAR LEGISLACIÓN
Al advertir que los lineamientos para construir ventiladores en México no responden a la urgencia que vivimos, el ingeniero biomédico Ramsés Galaz pidió a las autoridades gubernamentales flexibilidad, buena fe y voluntad, para actuar de manera ética y rápida en esa tarea.
Con una trayectoria que incluye 48 patentes de dispositivos médicos (algunos aprobados por la FDA), el CEO de GSE Biomedical advirtió que de no darse las modificaciones requeridas, los respiradores de factura mexicana estarían terminados dentro de dos o tres años. “Ya para entonces, será muy tarde”, previó.
El doctor en Ingeniería Biomédica por McGill University y profesor de esa rama en el Tecnológico de Monterrey señaló, en entrevista con Excélsior, que es imprescindible realizar ajustes en los lineamientos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Hoy por hoy, no es factible desarrollar un ventilador con componentes 100% mexicanos, porque no tenemos sensores ni los componentes adecuados. Ni una industria mexicana que emita certificados de biocompatibilidad de los materiales, de producto ni de análisis, porque no tenemos una industria médica. Es una triste realidad”, expuso.
Dijo que ésa es una ambigüedad importante de los lineamientos de la Copefris, la de solicitar que los ventiladores se construyan con dispositivos médicos de fabricación nacional, cuando México no se ha caracterizado por desarrollarlos: “Hay una incongruencia porque en México no tenemos una industria médica de alta tecnología”, señaló.