Redacción

JUAN EULOGIO GUERRA LIERA

Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa

Tercer Informe de Labores 2019-2020

Culiacán, Sinaloa. 5 de junio de 2020

Doctor Jesús Madueña Molina,

Secretario General de

Nuestra Máxima Casa de Estudios y

Secretario del Honorable Consejo Universitario;

Apreciados amigos que nos ven y escuchan por

diferentes medios electrónicos en Sinaloa, en el país o

en diferentes regiones del mundo;

Respetada sociedad sinaloense;

Muy Apreciada Comunidad Rosalina;

HONORABLE CONSEJO UNIVERSITARIO:

En apego a lo dispuesto en la fracción Novena del Artículo 34 de nuestra Ley Orgánica, la mañana de hoy rindo ante ustedes el TERCER INFORME DE LABORES de la segunda gestión rectoral, documento donde se plasman tanto las acciones realizadas durante el último año, como los resultados obtenidos a partir del Liderazgo Colectivo.

Dichas acciones están contenidas en el Plan de Desarrollo Institucional Consolidación Global 2021, mismo que fue elaborado a partir de un amplio proceso de consulta, y que, con su gradual implementación, sigue contribuyendo en la construcción de valiosas fortalezas académicas.

La emergencia sanitaria que hoy enfrenta la humanidad ha significado retos mayúsculos para todas las naciones, para todos los sectores de la vida social y productiva, para todas las ideologías y modelos de desarrollo.

La pandemia por COVID-19 se ha convertido en una fuente de incertidumbre, donde los sistemas educativos han sido fuertemente impactados.

De manera directa, las Universidades de todo el mundo se han visto en la necesidad de innovar y acelerar procesos para responder a las inéditas y muy complejas condiciones, teniendo que recurrir a capacidades que, como siempre, están al servicio de la sociedad.

Por ello es oportuno ponderar el trabajo que realiza en las universidades públicas mexicanas, donde, a pesar de las difíciles circunstancias que se han vivido en los últimos lustros, no hemos dejado de aportar al desarrollo integral de las regiones y del país.

De tal forma, y en el contexto que hoy experimentamos, este mensaje deseo dividirlo en tres secciones: Resultados, Reconocimientos y Reflexiones, las tres “erres” que hoy definen el hacer, el sentir y el pensar de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

Como ha quedado de manifiesto en el video que se proyectó hace unos minutos y en el Informe escrito que se ha entregado al Secretario General, son muchos los indicadores académicos e institucionales los que juntos hemos construido.

Durante el Ciclo Escolar 2019-2020, nuevamente ampliamos la cobertura en los Niveles Medio Superior y Superior, al brindar un espacio en nuestras aulas a prácticamente la totalidad de las y los aspirantes, dando respuesta positiva al 99.8% de los solicitantes de nuevo ingreso.

Una vez más, nos consolidamos como la Tercera Universidad Pública Estatal más grande de México, al registrar una matrícula de 167 mil 895 estudiantes.

Una vez más, informamos que nuestras Escuelas Preparatorias han sostenido sus niveles de calidad, estando las 42 Unidades Académicas y 49 Extensiones, debidamente evaluadas por el Sistema Nacional de Educación Media Superior, y de estos 81 planteles, 52 poseen Nivel I, el más alto en este sistema.

En el Nivel Superior, hemos obtenido o refrendado numerosas Constancias de Acreditación de nuestros Programas de Licenciatura, al igual que ha sucedido en el Posgrado.

La consistencia de estos y otros indicadores, nos han consolidado como referentes a nivel nacional en diferentes temas y nos permiten ocupar espacios de liderazgo en diferentes órganos colegiados para la toma de decisiones, como es la Presidencia del Consejo Regional Noroeste de ANUIES; la Presidencia del Consorcio de Universidades Mexicanas (CUMEX), la pertenencia activa a la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana.

Asimismo, pertenecemos al Consejo de Certificación de Competencias en el área Editorial, y ocupamos la Presidencia del Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo.

Otros espacios de liderazgo son los que se ocupamos en organismos internacionales de cooperación académica, lo cual es producto de dinamismo de nuestras políticas de internacionalización.

Ejemplo de este posicionamiento es la Vicepresidencia de la Región México de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe, liderazgo que refrendamos en pasado mes de noviembre en Lima, Perú; la Presidencia del Capítulo México de la Red de Macro Universidades de América Latina y el Caribe; la Dirección de la Región México de la Asociación Universitaria Iberoamericana de Posgrado y una membresía en el Consejo Consultivo de la Asociación Mexicana para la Educación Internacional.

A la vez que la UAS impulsa una visión global, también avanzamos en el fortalecimiento de nuestros mecanismos de vinculación con el desarrollo local, lo que se ha robustecido con la reciente renovación del Consejo Consultivo y de Vinculación Social.

Hablar de cultura en la universidad, ha sido parte de nuestra cotidianeidad, y hoy, como siempre, somos el detonante de numerosos proyectos, todos de alto impacto comunitario.

De igual forma, el deporte es un componente esencial de la identidad universitaria, y en nuestra alma mater, nuestros atletas siguen dándonos motivos de orgullo por su sentido de pertenencia y sus múltiples resultados en competencias internacionales.

Un rasgo distintivo de la UAS de hoy es su compromiso colectivo con la sustentabilidad, tema que ya se encuentra presente en todos los ámbitos de nuestra institución, produciendo avances por demás alentadores.

Sin lugar a dudas, la educación en Valores y para la Paz, está hoy más que nunca justificada en las Instituciones de Educación Superior, y en la UAS, ha sido clara la convicción con la que hemos asumido el reto de la formación integral.

A su vez, la prevención de riesgos, de adicciones y de la violencia ha estado en el centro de nuestras acciones, en una aspiración compartida con los padres de familia en garantizar la salud, la libertad, la vida y el futuro de nuestros jóvenes.

Un andamiaje estratégico para construir esta serie de resultados lo constituye la calidad de los procesos administrativos, renglón en el que hemos dado pasos decididos en la certificación de los mismos, pero sobre todo en la acreditación del profesionalismo de nuestros colaboradores.

Esta amplia relación de avances ha quedado condensada en una Acreditación de especial significado, como lo es la Acreditación Institucional que refrendamos este año ante los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior.

Este logro no solo sintetiza la calidad con la que se trabaja en todas las áreas y regiones de la universidad, sino que adquiere mayor relevancia al ser solo 10 Universidades Públicas Estatales las que contamos con esta distinción, y la única en el estado de Sinaloa con este reconocimiento.

Todos estos indicadores son motivo de gran satisfacción para todos; pero más allá del cumplimiento de nuestras misiones sustantivas en lo académico, científico y cultural, está nuestro compromiso con la salud de la comunidad Rosalina y de la sociedad sinaloense.

Es por ello que ante la aparición del COVID-19, los Universitarios nos dimos a la tarea de diseñar estrategias para evitar su propagación en nuestra comunidad.

De manera responsable, desde el mes de enero se instaló el Comité de Salud, el cual elaboró un Plan de Prevención, a partir del cual se realizaron campañas informativas, se suspendieron eventos masivos y empezamos a tomar las primeras medidas para la continuidad académica en la modalidad virtual.

La solidez académica, profesional y ética de los integrantes de dicho Consejo de Salud, ha orientado cada una de las acciones emprendidas, lo que nos da certidumbre de cada paso que damos para prevenir y enfrentar la enfermedad.

De tal forma, al declarar la Organización Mundial de la Salud que el COVID-19 era ya una pandemia y al decretarse en México la Fase 1 de la contingencia sanitaria, la actividad docente presencial transitó al trabajo en línea, poniendo a salvo lo más valioso que tenemos: la salud de nuestros estudiantes, académicos, trabajadores y usuarios.

Otra prioridad fue poner a salvo las labores de enseñanza-aprendizaje, lo cual fue posible gracias a las Plataformas diseñadas para ello, tanto en el Nivel Medio Superior como Superior.

Conscientes de la realidad que se vive en diversas localidades y en miles de familias sinaloenses, se actuó con flexibilidad y se dio seguimiento al avance de los contenidos por diferentes medios electrónicos, logrando atender a la totalidad de nuestros estudiantes.

Gracias al compromiso de nuestra planta docente y a la madurez y disposición para el estudio de nuestros jóvenes, hoy podemos afirmar que, en toda la Universidad, el ciclo escolar se podrá concluir de manera exitosa dentro de algunas semanas, lo cual es motivo de una enorme satisfacción para todos.

Así como nos esforzamos para que la misión educativa no se viera interrumpida, también nos dedicamos a colaborar con las autoridades de salud en el combate a la enfermedad.

En los laboratorios de la Facultad de Ciencias Químico Biológicas se elaboraron 50 mil litros de gel alcoholado, mismos que se distribuyeron en todas las Escuelas, Facultades y Oficinas de la Institución, además de que se donaron a más de 60 dependencias de salud, de seguridad pública, de protección civil, ayuntamientos y medios de comunicación en todo el estado.

También, en el Parque de Innovación Tecnológica, se diseñaron y elaboraron caretas médicas, cajas de acrílico y videolaringoscopios que fueron donados a diferentes sedes hospitalarias.

En este Parque y en coordinación con la Facultad de Medicina, se realizó la adaptación de 2 Unidades Móviles de la Secretaría de Salud para la toma de muestras a pacientes con sospecha de COVID-19; adecuaciones que elevan las condiciones de seguridad para el paciente y para el profesional de la salud

De especial importancia es el desarrollo del prototipo de Auxiliar Respiratorio y la fabricación de 6 de estos equipos en el Parque de Innovación Tecnológica y que fueron puestos al servicio de los hospitales.

Lograr el Auxiliar Respiratorio se dice fácil, pero ha sido el resultado de muchas semanas de investigación de un equipo de jóvenes tecnólogos, quienes se coordinaron con diferentes grupos a nivel internacional para disponer de estos equipos, los cuales han sido debidamente probados y representan la posibilidad de mantener con vida a un paciente con dificultades para respirar.

Por su parte, el Centro de Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud fue declarado Hospital COVID, al cual se le amplió su equipamiento al adquirirse 5 Ventiladores Automáticos.

Uno de los avances más recientes de la Facultad de Medicina es la creación del Centro de Simulación Clínica, espacio de vanguardia tecnológica y humana donde se diseñó e impartió el curso “Atención Integral al Paciente con COVID.19”, el cual fue puesto a disposición, de manera gratuita, de los profesionales de la salud de todo Sinaloa.

A través de este curso práctico, se han capacitado 1,900 profesionales de la salud, provenientes de 32 sedes hospitalarias de instituciones como el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud y Hospitales Privados.

Apoyados por docentes de la Facultad de Medicina y con el uso de simuladores hiperrealistas, se capacitaron médicos de 14 especialidades distintas, así como profesionales de la enfermería, la odontología, la nutrición, laboratoristas, químicos y paramédicos.

Aunado a ello, se capacitaron Residentes Médicos de diferentes especialidades, Médicos Internos de Pregrado y Prestadores de Servicio Social en Medicina, para un total de 3 mil 475 profesionales de la salud de todo el estado.

Siendo la salud emocional un elemento de especial importancia, el área de la cultura también ha hecho su aportación, poniendo publicaciones en línea de manera gratuita, o a través de talleres artísticos y el Festival Internacional Universitario de la Cultura, que en su edición número 25, se trasladó al ciberespacio llegando a todo Sinaloa, y diversos rincones México y el mundo, llevando más de 50 eventos a una audiencia de 3.2 millones de espectadores.

En este tenor, la Unidad de Bienestar Universitario también se ha sumado a las acciones remotas para hacer más saludable la cuarentena, al realizar diversas actividades para el fomento a los valores, el esparcimiento y el crecimiento personal.

Al anunciarse la fase 3 de la pandemia, y en un gesto de responsabilidad, nuestra Máxima Casa de Estudios puso a disposición de las autoridades de salud 5 espacios universitarios para que, en caso de considerarlo necesario, los adaptaran como centros hospitalarios.

Estos espacios son: el Polideportivo “Jesús Alfredo Cuén Ojeda”, el Campus Uno de la Facultad de Medicina, contiguo al Hospital Civil y el Estadio Universitario en Culiacán; así como el Polideportivo en Mazatlán y el Teatro Universitario en Los Mochis.

De la misma manera, se pusieron a disposición las ambulancias que la Universidad tiene en sus diferentes Unidades Regionales, con el único propósito de servir a la población.

En la ardua labor académica y de combate a la pandemia, se ha contado siempre con un constante trabajo de difusión, donde Radio UAS se ha convertido en un canal de información sumamente valioso, además de ser el centro de operaciones para la entrega de los diferentes productos y equipos que la Universidad ha donado.

De igual manera, la Dirección de Comunicación Social ha realizado un intenso trabajo, llevando información mediante redes sociales y páginas electrónicas, además de publicaciones y programas de televisión.

Estos RESULTADOS, producto del incansable trabajo de nuestra vibrante comunidad universitaria, son merecedores del más amplio RECONOCIMIENTO de todos.

Por ello, en esta ceremonia inédita, quiero dejar constancia del gran aprecio que tenemos por lo mucho que está haciendo la comunidad Rosalina durante todo el ciclo escolar, y de manera especial, durante la Pandemia.

Reconozco la entereza y disciplina de nuestros estudiantes, que han asumido su papel de manera responsable, que han permanecido en casa, aprendiendo en línea y dándonos lecciones de disciplina y capacidad de adaptación.

Mi reconocimiento para nuestra planta docente, que ha sabido migrar del pintarrón y el proyector, a las plataformas electrónicas, poniéndose al día de manera rápida, efectiva y solidaria.

Nuestra admiración para los cuerpos directivos y de administración en cada una de las Unidades Académicas, pues han sido capaces de gestionar el cambio, de coordinar esfuerzos y dar seguimiento a cada una de las actividades y contenidos.

Justo es reconocer a todo el personal de seguridad e intendencia, que han estado al pie del cañón resguardando las instalaciones y manteniendo limpios todos los espacios.

Reconozco también a todos los funcionarios y colaboradores de la Administración Central, pues desde sus hogares, han mantenido operando todos los sistemas institucionales para que la universidad no se detenga.

Como ejemplo, menciono algunas dependencias que con el personal mínimo indispensable y con todas las medidas de prevención han dado continuidad a sus funciones básicas, como son:

 

  1. Secretaría General
  2. Secretaría de Administración y Finanzas,
  3. Contraloría Académica
  4. Dirección General de Vinculación y Relaciones Internacionales
  5. Dirección General de Investigación y Posgrado
  6. Construcción y Mantenimiento,
  7. Servicios Escolares
  8. Dirección de Recursos Humanos
  9. Dirección de Sueldos y Salarios
  10. Bienes e Inventarios
  11. Dirección de Personal
  12. Informática
  13. Auditoría Interna
  14. Contabilidad General
  15. Planeación y Desarrollo
  16. Gestión de la Calidad
  17. Rectoría

Gracias al trabajo de este personal y del de otras oficinas igualmente importantes, se han emitido documentos y materializado procesos que garantizan el logro de indicadores.

Mención especial merece el intenso trabajo de coordinación que se ha realizado desde la Secretaría Académica Universitaria y la Dirección General de Escuelas Preparatorias para disponer, operar y dar seguimiento a las plataformas electrónicas.

Gracias al profesionalismo de sus titulares y colaboradores, se ha logrado transitar a la modalidad virtual, todo con calidad, oportunidad e inclusión.

De manera destacada, quiero reconocer al personal directivo, académico y administrativo que ha trabajado sin descanso, mucho más allá de sus funciones y horarios habituales en la Facultad de Ciencias Químico Biológicas, en el Parque de Innovación Tecnológica, en el CIDOCS y en la Facultad de Medicina.

Igualmente ha sucedido en Radio UAS, en la Dirección de Comunicación Social, en Editorial, en la Dirección de Cultura y en la Unidad de Bienestar Universitario.

Admirable ha sido el desempeño de nuestros Médicos Residentes, Internos de Pregrado, Prestadores de Servicio Social en Medicina y Enfermería que, tras su capacitación, han continuado brindando su apoyo, tanto en hospitales como en el Centro de Atención Telefónica de la Secretaría de Salud.

Mi aprecio y reconocimiento también para los 4 Vicerrectores, que en sus respectivas Unidades Regionales han sido un puente para coordinar acciones tanto académicas como de prevención.

No puedo dejar de reconocer el aporte que han hecho y siguen haciendo los médicos que se han integrado al Comité de Salud, o los especialistas que han compartido sus experiencias a través de numerosas charlas científicas en los micrófonos de radio UAS.

Como rector, reconozco en todo lo que vale el respaldo y sentido de pertenencia del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Sinaloa, organización y liderazgo que han estado siempre a la altura de las circunstancias, atendiendo los derechos de sus agremiados, sin perder de vista la problemática de la institución.

Como ciudadano, quiero reconocer el heroísmo y sacrificio de todas y todos los médicos y profesionales de la salud en los diferentes hospitales del estado.

Gracias por poner su conocimiento, su vocación y su compromiso social al servicio de nuestra gente, poniendo en riesgo su propia salud y la de sus familias.

Nunca terminaremos de pagarles el gran esfuerzo que están realizando todos los días, a toda hora, a cada minuto para darnos oportunidades de vida.

De igual manera, quiero reconocer el sentido de responsabilidad de diversos Empresarios, Ciudadanos, Deportistas, Agrupaciones Musicales y Organizaciones de la Sociedad Civil que se han solidarizado con la Universidad y nos han apoyado con diversos materiales e insumos.

Su respaldo es una clara señal de confianza, lo cual nos motiva a seguir trabajando a favor de las causas de la sociedad a la que todos pertenecemos.

Vaya mi reconocimiento para nuestras Universidades hermanas de todo el país, pues de manera directa y a través de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, bajo el liderazgo del maestro Jaime Valls Esponda, hemos permanecido en contacto para enfrentar juntos diversas realidades, así como la compleja situación actual.

Nuestro reconocimiento también para las Autoridades de Salud en el estado de Sinaloa, y al Secretario del ramo, Doctor Efrén Encinas Torres, con quien nos hemos coordinado de manera extraordinaria para enfrentar unidos la pandemia.

De igual manera, nuestro Reconocimiento para las autoridades educativas federales y estatales de Educación, que han brindado las directrices para que el quehacer académico no se vea interrumpido.

Todo nuestro respeto para el Secretario de Educación Pública, maestro Esteban Moctezuma Barragán; para el subsecretario de Educación Superior, Doctor Luciano Concheiro Bórquez y para la Doctora Carmen Rodríguez Armenta, Directora General de Educación Superior Universitaria, quienes nos han apoyado en diferentes momentos y han tenido la visión para convocar al análisis conjunto de la pandemia y sus implicaciones.

Reiteramos nuestro afecto al Doctor Juan Alfonso Mejía López, Secretario de Educación Pública y Cultura de Sinaloa, por ser un interlocutor efectivo y un apasionado de la educación.

A partir de esta interlocución, y de manera convencida, los planteles de Preparatoria de la UAS son parte de la Prueba PLANEA, examen nacional estandarizado que se aplicó en línea durante el mes de mayo, y que mide aprendizajes y competencias en el área de Español y Matemáticas.

Con base en la capacidad de nuestros docentes y la inteligencia de nuestros estudiantes, tenemos plena confianza en que habremos de refrendar los altos indicadores nacionales de calidad que tenemos en el Nivel Medio Superior.

Nuestro Reconocimiento y gratitud para el Gobernador Constitucional de Estado de Sinaloa, Licenciado Quirino Ordaz Coppel, por brindarnos su mano amiga en los momentos más difíciles que hemos enfrentado.

Mucho apreciamos sus gestiones en el proceso de cierre del año pasado, y que hoy tengamos abiertos los canales de diálogo, de coordinación y de trabajo conjunto.

Como ha sido siempre, estamos con Usted y con su gobierno para mantener el liderazgo nacional de Sinaloa en materia educativa, para potenciar las actividades económicas, para fortalecer el tejido social, como un factor de gobernabilidad democrática y para combatir juntos la pandemia que hoy a todos nos ocupa.

Al Honorable Congreso del Estado de Sinaloa y a todos sus integrantes, les reconocemos su compromiso con la educación y su sensibilidad hacia las causas del alma mater de los sinaloenses.

Asimismo, quiero reconocer el respaldo que nos han brindado el Senador Rubén Rocha Moya y la Diputada Adela Piña, Presidentes de las Comisiones de Educación en el Senado de la República y en la Cámara de Diputados, respectivamente.

Gracias a todos: autoridades, funcionarios y legisladores, por estar atentos a las necesidades, a las aspiraciones y el sentir de la institución y su comunidad.

En el marco de la emergencia sanitaria, la familia ha sido el refugio más seguro para mantenernos sanos física y emocionalmente, por ello quiero expresar el más profundo agradecimiento a mi familia: a Patty por su amable tolerancia y colaboración constante.

A Juan Eulogio, Cibelina y Pablova, les reitero que son el motor de mis acciones, motor que se ha revolucionado con la presencia de María Eulogia, mi bella nieta que, con sus gracias y sonrisas, ha hecho más llevadero el aislamiento.

Antes de la pandemia, eran ustedes el mejor motivo para regresar a casa; en la circunstancia actual, son la razón más poderosa para permanecer en ella.

Antes de concluir esta relación de reconocimientos, quiero expresar mi consideración a los universitarios, tanto activos como jubilados, que han contraído la enfermedad, deseando a todos y todas, una pronta y plena recuperación.

De igual forma, manifestamos nuestro respeto a quienes, lamentablemente, han perdido la batalla ante el COVID-19, acompañando en su dolor a sus familiares y amigos, a quienes hacemos patente nuestra solidaridad y deseo de fortaleza espiritual.

 

Señoras y señores:

Así como la pandemia nos ha demandado más trabajo y más creatividad, las Universidades debemos ser también un espacio para la REFLEXIÓN, para hacernos las preguntas que nos permitan sistematizar las lecciones y asimilar los aprendizajes que nos está dejando la nueva realidad.

Por ejemplo, podríamos preguntarnos ¿qué hicimos mal como humanidad? ¿Qué fue lo que nos condujo a esta grave situación?

La idea no es buscar culpables, sino identificar los errores para no volver a cometerlos, para que las actuales generaciones y las que hoy se están formando corrijan el rumbo de la historia.

Debemos asumir también que la pandemia puso en evidencia, de manera aún más dolorosa, las marcadas desigualdades que se vive en diferentes regiones, rezagos que urge atender si realmente aspiramos a un mundo mejor.

De igual forma, debemos cuestionarnos sobre cómo ha sido nuestra relación con la naturaleza, qué tanto hemos invadido ecosistemas y alterado la vida de especies de flora y fauna, de manera tal que esto hoy nos cobra una factura tan alta en vidas y en niveles de bienestar.

El pasado 22 de abril, en plena pandemia, se celebró el 50 aniversario del Día de la Madre Tierra, y hoy, 5 de junio de 2020, el calendario marca el Día Mundial del Medio Ambiente.

Más que motivos para celebrar estas fechas, tenemos razones para pensar y repensar en torno a ellas, para darnos cuenta de que, ante la ausencia de seres humanos, la naturaleza se regeneró en diferentes puntos del planeta, y numerosas especies salieron para decirnos “este espacio es nuestro, respétenlo”.

Esto nos lleva a una nueva pregunta: ¿Qué vendrá después de la pandemia? ¿Qué cambios tendrán que observarse en todos los terrenos de la vida personal, familiar y colectiva?

La gravedad de la enfermedad y de la situación misma, está implicando cambios en nuestros estilos de vida, en la manera de relacionarnos con los demás, en la forma de trabajar y de consumir.

De todo ello, ¿qué debemos tomar como aprendizaje y asimilarlo como una nueva forma de ser y de vivir? ¿o pensamos seguir viviendo, interactuando, trabajando y consumiendo como antes? Si es así, los últimos meses habrán pasado en vano y deberemos prepararnos para problemas aún mayores y más frecuentes.

Así como habrá cambios en la forma personal de ver la vida, también los habrá en las familias, y como institución tenemos que contribuir para que las nuevas conductas sean mejores que las anteriores, para que la distancia del espacio público se compense con un estrechamiento de los vínculos familiares.

De esta cuarentena no puede salir la misma familia que se aisló, sino una más fuerte, más respetuosa, con principios más sólidos, con una nueva visión para construir también, una nueva sociedad.

Como comunidad es imperativo que cambiemos, que revisemos las acciones que contribuyen al bienestar colectivo y las que atentan contra el mismo, y asumamos actitudes más responsables hacia los demás.

Como Instituciones de Educación Superior debemos reflexionar también sobre la manera en que la pandemia irrumpió en nuestro quehacer, sobre todo cuando hablábamos de que las universidades debíamos ser instituciones disruptivas a través de la ciencia, las ideas y la innovación.

Hoy estamos evaluando nuestra forma de funcionar, las formas de enseñar y de aprender, de generar conocimiento, de contribuir al desarrollo de las regiones; evaluaciones que nos indican que pasada la pandemia no podremos ser las mismas universidades de antes, que tenemos que capitalizar los aprendizajes y salir fortalecidos de las crisis que ya se tienen y de las que se avecinan.

Evidentemente, de la pandemia debe emerger un Nuevo Modelo de Universidad, uno que atienda las circunstancias vigentes, las que se aproximan y las que se dibujan en el largo plazo.

Hoy nos encontramos en un momento de transición, un tiempo de profundas revisiones, donde pasaremos de una universidad masiva presencial a una institución masiva de carácter virtual.

En este contexto, se deberá hacer una readecuación de la infraestructura y una revaloración de las tecnologías; se deberá ponderar el papel de la socialización en los jóvenes, de los aprendizajes en ambientes reales, así como las nuevas condiciones de la empleabilidad.

Debemos construir nuevos indicadores, más acordes a los esquemas de trabajo emergentes, e identificar los alcances y límites de la educación en línea, asumiendo que la educación a distancia es mucho más que virtualizar lo presencial, pues no solo implica herramientas tecnológicas, sino estilos de aprendizaje diferentes, formas distintas de asumir la educación y plantea, una vez más, el reto de la inclusión y la equidad.

Evidentemente, de toda esta complejidad, de esta alteración del orden de las cosas, debe emerger una Nueva Humanidad, un nuevo sistema de valores, una manera distinta de vivir la globalidad, para que potenciemos sus ventajas y no seamos víctimas de ella.

Tras la emergencia, deberán existir no solo mejores Sistemas de Salud, sino una Nueva Cultura del Cuidado de la Salud, donde los ciudadanos adoptemos hábitos y protocolos más adecuados, tanto de higiene como de sana distancia, así como de alimentación y activación física.

Definitivamente, el regreso a la nueva universidad o a la universidad en transición, implica infinidad de retos.

En primer lugar, no existe total claridad en las fechas para hacerlo, pues los calendarios hasta ahora disponibles son solo referentes, dejando abierta la posibilidad de ajustes en función del comportamiento de la pandemia.

En este sentido, las autoridades de todos los niveles y las instituciones educativas debemos coordinarnos, hacer a un lado los protagonismos y las decisiones unilaterales para dar paso a estrategias que minimicen riesgos y aseguren calidad y cobertura.

Incluso, debemos tomar conciencia de que el inicio del ciclo escolar 2020-2021 podría ser en línea, lo que traerá nuevos desafíos y oportunidades, para las cuales debemos estar preparados.

Suceda lo que suceda, es un hecho que las Instituciones de Educación Superior requieren un presupuesto que les dé certidumbre, que les permita planear un regreso ordenado y seguir aportando lo que sabemos hacer y ponerlo al servicio de la salud.

De tal forma, en el análisis y discusión de la Nueva Ley de Educación Superior, es imperativo que se tomen las medidas que, además de garantizar la Autonomía Universitaria, den viabilidad financiera a la Educación Media Superior y Superior, que son ahora obligatorias.

En este tema, ha quedado claro que en el 2020 no habrá apoyo para el cierre de año, lo que, en nuestro caso, se suma a las complicaciones que arrojan los adeudos por el cierre del 2019.

Estas condiciones, más la desaparición de fondos extraordinarios, y las restricciones y recortes a presupuestos ya aprobados, nos coloca en una situación aún más difícil.

En la búsqueda de alternativas, durante la más reciente sesión de este Honorable Consejo Universitario, se aprobó el acuerdo mediante el cual se da el aval para que se lleve a cabo una Reingeniería Financiera en la Institución, ejercicio que tiene como prioridad garantizar los ingresos de trabajadores activos y jubilados, haciendo ajustes en rubros que no afecten la calidad académica ni la inclusión social.

Como se puede observar, el desafío es mayúsculo, pero más grande son nuestras capacidades y más fuerte es nuestra voluntad.

Honorable Consejo Universitario:

Hoy estamos viviendo una situación inédita, donde la tecnología nos permite interactuar y cumplir con nuestro deber y convicción de informar.

Así como esta Sesión Solemne es inédita en la forma, que sea también histórica en contenido y emoción, que no olvidemos nunca que somos una Institución vigente, responsable y solidaria; que no dejemos nunca de reconocer los resultados y reflexionar sobre los retos.

Que sea esta situación una oportunidad más para demostrar y demostrarnos de qué estamos hechos los universitarios, para demostrar y demostrarnos que el espíritu Rosalino está hecho de esfuerzo, de inteligencia y de valores.

Es un momento para transformar la incertidumbre en confianza, para defender el optimismo, para afirmar que, con las universidades, con educación, con ciencia y humanismo; con la formación integral de nuestros jóvenes, el futuro sí tiene futuro.

Nuestra más que centenaria casa de estudios, desde su nacimiento hace 147 años, se ha identificado con las más legítimas luchas sociales.

Hoy que enfrentamos una pandemia de dimensiones históricas, no podría ser de otra manera.

Como siempre, aquí está la Universidad Autónoma de Sinaloa para servir a los jóvenes a través de la educación.

Aquí está la Universidad Autónoma de Sinaloa para servir a la población y hacer equipo con las autoridades.

Aquí está nuestra alma mater para librar juntos una batalla por la salud de todos y de todas.

Con responsabilidad, sigamos entregados a la lucha común contra el COVID-19.

Con determinación, continuemos haciendo la parte que nos corresponde en este nuevo escenario…

La historia de nuestra alma mater es larga, como grandes son sus aportaciones y nuestras fortalezas.

Aferrémonos a ellas, y digamos con la convicción y unidad de siempre, que VIVA LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA,,!

 

Muchas gracias.

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