Al paso de diferentes centros penitenciarios de México y los Estados Unidos Joaquin Guzmán Loera vive la peores condiciones de aislamiento en las prisiones .
Sin embargo la situación de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien cumple cadena perpetua por narcotráfico en la prisión de máxima seguridad de Florence, en el estado de Colorado, ha denunciado las circunstancias de su confinamiento en solitario y lo ha calificado de “cruel” e “inhumano”.
“Desde su llegada a Estados Unidos, el señor Guzmán ha sido mantenido en la prisión en unas condiciones crueles e inhumanas, equivalentes a una tortura física y mental”, escribieron los abogados de El Chapo a las autoridades judiciales, en un documento recogido por varios medios locales.
El hombre que dirigiera el cartel de Sinaloa pasa la mayor parte del tiempo en una celda de unos 2 metros de ancho por 3.5 de largo, excepto dos horas a la semana en las que es trasladado por los guardias de la cárcel a un patio de 9 metros cuadrados.
Entre otras quejas, los abogados de El Chapo aseguran que su cliente solo habla español y que los funcionarios únicamente se dirigen a él en inglés y sostienen que le han negado el acceso a canales en lengua española y a programas de educación.
La calidad y cantidad de la comida y la limpieza de su celda son otras de las quejas del narcotraficante que ya mostró anteriormente su disgusto por las condiciones de su confinamiento.
“Se ha quejado de la cantidad y calidad de las comidas y ha explicado que las porciones son mínimas y que se queda con hambre“, escribieron los abogados.
Ya en febrero de 2019, cuando su juicio estaba en marcha en un tribunal federal de Nueva York, su equipo de defensa calificó de “extremadamente restrictivas” las condiciones de su encarcelamiento cuando se encontraba en el Centro Penitenciario Metropolitano de Nueva York.
Ante las repetidas quejas de sus abogados, que en junio de 2019 pidieron que su cliente pudiera pasar dos horas en el patio de dicha prisión, el juez Brian Cogan rechazó la demanda, asegurando que su confinamiento tenía “el legítimo objetivo de evitar que escape de la prisión o que ordene cualquier ataque contra individuos que cooperaron con el Gobierno”.
Por el reciente escrito de Joaquín Guzmán, sus condiciones, casi dos años después, en la conocida como “Alcatraz de las Rocosas” no han mejorado.