La industria automotriz vive otro año complicado. Además de la difícil situación económica que atraviesa el país, se enfrenta a una escasez global de semiconductores (chips), la cual se prolongará durante todo el 2022 y anticipa que difícilmente habrá materia prima en lo que resta de este año.  Las automotrices “mantendrán los paros escalonados en las plantas para enfrentar la problemática y no se podrán alcanzar los niveles de 2019 hasta después de 2024”, dice Guido Vildozo, director de ventas de vehículos ligeros en América del Norte de la consultora IHS Markit.

 Los semiconductores son piezas muy pequeñas, pero de gran importancia en el armado de vehículos. Cada automóvil nuevo tiene entre 100 o más microprocesadores, lo que hace que la industria sea particularmente vulnerable a las interrupciones en el suministro de estos componentes, debido a que se emplean en espejos eléctricos, sistemas de frenos, sensores de llantas, cámaras de reversa y pantallas, entre otras funciones.

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