Con el taller, “Principios básicos de pesaje y uso adecuado de la balanza”, a cargo del ingeniero Juan Pérez Gallardo, representante de Sartorius de México, empresa líder a nivel global en tecnologías para la industria biofarmacéutica, el Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa concluyó hoy los talleres de capacitación a más de un centenar de laboratoristas de plantel.
En la sesión a distancia desde la Ciudad de México, el gerente de Producto de Lab Weighing destacó que “es tal la importancia de la balanza en la historia de la humanidad que ésta dio inicio a la comercialización y la metrología, una ciencia que hoy nos impacta de manera global”.
“A pesar de su antigüedad, que data de la época de los egipcios, 2 mil 500 años antes de Cristo, ha evolucionado y sigue siendo de gran utilidad ya que sirve para tratar de calcular la igualdad y otorgar una cantidad específica a cualquier magnitud física”.
El ingeniero en Comunicaciones y Electrónica por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) reveló que la evolución de la balanza como instrumento ha llegado hasta su máxima concreción de exactitud con la única nanobalanza de nueve dígitos después del punto, creada por Sartorius y la NASA en 1971 para una misión espacial.
Pérez Gallardo abordó los fundamentos de Pesaje de Laboratorio y reveló que, desde 1889 hasta 2019, el kilogramo fue el patrón de medida en el Sistema Internacional de Unidades, hasta que fue sustituido por siete constantes universales a partir del 5 de mayo de 2020.
Precisó que las nuevas unidades son el metro, kilogramo, segundo, kelvin, amperio, mol y candela, que definen las correspondientes magnitudes físicas fundamentales y que han sido elegidas por convención.
Experto en la revisión de garantías a equipos, diagnóstico en sitio y mantenimiento preventivo y correctivo a equipos especializados, Pérez Gallardo estableció la diferencia entre báscula y balanza, donde la primera mide el peso de un objeto utilizando la gravedad, mientras que la balanza compara la masa de dos objetos para saber cuál es el más pesado.
Consideró que las pesas y balanzas de laboratorio son instrumentos sumamente delicados en su manejo y resguardo, teniendo el factor de la temperatura como su principal enemigo, aunado a que un mal procedimiento en su uso puede alterar sus resultados.
“Las revisiones y verificaciones son necesarias para ver qué tan bien funciona el instrumento e, incluso, darnos cuenta con qué grado nos miente para hacer el ajuste que competa, incluyéndola humedad, entre otros factores”, afirmó.
Con la representación del director general de Cobaes, Sergio Mario Arredondo Salas, el jefe de materia estatal de Laboratorios de Usos Múltiples, Carlos Acosta Cabanillas, agradeció al expositor su colaboración y clausuró las jornadas de capacitación realizadas a distancia del 10 al 12 de agosto.