Alrededor de mil 500 maestros del Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa participaron hoy en la tercera sesión con que culminó el Taller sobre “Fortalecimiento de habilidades y prácticas restaurativas docentes”, impartido a distancia desde cada una de las cinco zonas ejecutivas por parte del Departamento de Orientación Educativa.
A cargo de 180 orientadores educativos que fungieron como capacitadores, el taller se realizó con el propósito de que los participantes reconozcan sus habilidades en la práctica docente para mejorar, así, su desempeño en el contexto de la pandemia del Covid-19 durante el ciclo escolar 2021-2022.
De acuerdo con el sentido educativo que impulsa el director general de Cobaes, Sergio Mario Arredondo Salas, “las prácticas restaurativas son formas de relacionarnos que crean un sentido de comunidad, hacen posible la convivencia y previenen el desarrollo de conductas en riesgo, ofreciendo un modo positivo de resolverlas”.
El taller forma parte del Programa de Capacitación Docente de Inicio del Semestre 2021-B, bajo la coordinación general de la directora académica, Lydia María López Barraza,
Enmarcado en el programa “Ambientes de Paz”, tuvo dos sesiones previas los días 10 y 12 de agosto con los orientadores y el personal del Programa de Atención Tutorial y Orientación (PATYO) de los centros de Educación Media Superior a Distancia (EMSAD).
Ambas sesiones se llevaron a cabo por parte de la jefa del Departamento de Orientación Educativa, Dora Lidia Castro Montoya, y la psicóloga, Adalinda León Mendoza, quienes desarrollaron una agenda temática que consistió en el reconocimiento de las habilidades docentes, la diversidad y construcción de comunidad, así como las prácticas y círculos restaurativos en la labor diaria del profesorado.
Dichos contenidos fueron replicados en la sesión de este viernes por el personal de Orientación Educativa a los docentes de las áreas del campo básico y formación para el trabajo como también a los asesores EMSAD y directores de planteles.
Entre otros beneficios, las prácticas restaurativas con enfoque educativo fortalecen la comunidad educativa con un enfoque creativo y promueven las relaciones interpersonales entre sus miembros, con base en una perspectiva comunitaria.
Asimismo, fomentan la confianza e inciden en la responsabilidad y toma de decisiones de alumnos, docentes y padres de familia, además de generar espacios de diálogo para favorecer la prevención, detección y actuación de situaciones de conflicto/violencia.