Dra. Emma Karina Millán Bueno.

En México y el mundo, históricamente desde que nacemos se nos asignan roles, valores y normas que debemos de seguir dependiendo si somos hombres o mujeres.

Estas normas van definiendo nuestras conductas ante la sociedad y además otorgan una forma de organización social, que tradicionalmente ha sido basada en la idea de liderazgo y autoridad del varón, donde se da el predominio del hombre sobre las mujeres. 

Estas conductas también han generado limitaciones en los hombres ya que se enfrentan a tener una educación emocional dirigida a ocultar, negar o relativizar los sentimientos. Aunado a esto, dichos comportamientos han generado conductas sexistas y homofóbicas. 

Sin embargo, en los últimos años se han hecho esfuerzos por fomentar la equidad de género que ha traído como consecuencias que las mujeres expandan sus horizontes y ocupen roles que tradicionalmente eran ocupados por hombres.

Asimismo, bajo la perspectiva de género se busca que los roles que tradicionalmente realizaba el hombre empiecen a tener una reconfiguración hacia las denominadas nuevas masculinidades, con el 

objetivo de erradicar conductas sexistas, homofóbicas, racistas y clasistas.

Estas acciones, pretenden fomentar una nueva forma de ser hombre, ya que tradicionalmente la figura paterna según la Comisión  Nacionalpara Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), se apoya de cuatro elementos:• Restricción emocional: que implica no expresar sus sentimientos, especialmente con otros hombres.• Obsesión por ser exitoso y conseguir logros: la socialización masculina se basa en el mito del “ganador”, que implica un permanente estado de competencia, ejerciendo un autocontrol represivo que regula la exteriorización del dolor, tristeza, placer, amor o cualquier sentimiento que este asociado con debilidad.• Ser fuerte: tradicionalmente el hombre debe mostrar seguridad y fortaleza ante una crisis, que aparentemente sea completamente estable y no muestre sus sentimientos.• Ser atrevido: el cual implica una actitud de tomar riesgos o incluso ser agresivo.

Como consecuencia, esta conducta ha limitado un comportamiento afectivo ya que está basado en actitudes de control, poder y competencia, las cuales buscan negar el lado femenino, es decir, el hombre debe convencer a la sociedad que no es una mujer, no es un bebé y que no es homosexual.

Es por ello, la relevancia de reflexionar sobre dichos temas, donde además de reconocer y valorar a un pilar tan importante de la familia, debemos abogar por el rescate de las características positivas de la masculinidad, lo cual fomenta paternidades responsables. 

Las nuevas masculinidades nacieron como respuesta democrática y progresista a la masculinidad tradicional. 

Lo que ha permitido, que cada vez más hombres decidan vivir una relación de igualdad con sus parejas y realizan diferentes actividades que les permiten participar corresponsablemente en las tareas del hogar y en el cuidado de las hijas e hijos.   

Entre las cualidades de estas nuevas masculinidades destacan:• Compartir el control de la realidad con las mujeres.• No utilizar el poder para imponerse sobre otros/as.• Compartir las labores domésticas y el cuidado de los hijos e hijas.• Oponerse al machismo, reconociendo las consecuencias negativas que éste ha traído.• Ser contrario a una educación sexista y homofóbica para los hijos e hijas.

Promover y valorar una cultura que fomente estos valores, permitirá generar paternidadesresponsables, fortalecer la cohesión familiar y construir una sociedad más igualitaria y libre de violencia contra las mujeres.

Es por ello, que les invito a reflexionar sobre el tema, a buscar juntos los caminos para generar un cambio cultural que permita redefinir la hombría y alejarnos de las conductas machistas.

No podemos conformarnos con el solo hecho que hoy existe mayor apertura de roles hacia las mujeres, si bien es un avance todavía queda mucho por realizar.

Debemos preocuparnos por la poca apertura que se está dando a la inversa, actualmente existen pocos hombres dispuestos a ocupar otros roles, lo cual impide rescatar las características positivas de la masculinidad, con las cuales el hombre pueda tener seguridad y confianza en sí mismo. 

Si queremos tener una sociedad más igualitaria y libre de violencia hacia las mujeres, es necesario comprometernos a fomentar una nueva masculinidad antisexista, antihomofóbica, antirracista y anticlasista.

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