Moscú amenaza con atacar convoyes de armas de Occidente hacia Ucrania. Las autoridades ucranias tratan de nuevo de enviar a la ciudad asediada de Mariupol un cargamento de medicamentos y bienes de primera necesidad
Una mujer camina una zona con coches destrozados en Irpin, al norte de Kiev, la capital ucrania, este sábado 12 de marzo.
Rusia ha intensificado este sábado los ataques en Ucrania, con el foco puesto en su infraestructura estratégica y las ciudades. Al tiempo, estrecha el cerco en torno a la capital, Kiev. Las tropas rusas han lanzado varios ataques contra aeródromos de distintos puntos del país y almacenes de suministros para tratar de dificultar la logística ucrania y el transporte. El Ejército ruso ha hecho algunos avances en el flanco este y trata de avanzar en el sur, donde busca arrebatar el control de la salida al mar a Ucrania.
El ataque desde hace días, han causado este sábado daños en un hospital oncológico y en varios edificios residenciales de la localidad, que Rusia trata de ocupar para lanzar y afianzar el asalto a Odesa, la perla del mar Negro. Es en este flanco sur donde el Kremlin ha hecho los avances más significativos.
Moscú ha elevado su amenaza contra los aliados que suministran armas a Kiev. Cualquiera de esos convoyes serán “objetivos legítimos”, ha dicho el viceministro de Exteriores, Serguéi Riabkov, que acusó a Washington de calentar el conflicto. “La transferencia irreflexiva de armas como sistemas portátiles de misiles antiaéreos y antitanques” a Ucrania podría tener graves consecuencias, ha recalcado Riabkov en una entrevista con un canal estatal ruso.
La amenaza se topa con un mensaje rotundo por parte de Europa. El alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, asegura que las entregas de material militar continuarán, así como la presión a Rusia para que ponga fin a su invasión del territorio ucranio. “Vamos a seguir suministrando armas, todas las que podamos. Sin esta ayuda militar en armas, Ucrania difícilmente podría haber seguido resistiendo”, ha afirmado Borrell en declaraciones a EL PAÍS en Turquía, donde participa en el Foro Diplomático de Antalya, informa Andrés Mourenza. “Vamos a seguir presionando a Rusia. Ayer se adoptó otro paquete de sanciones. Y se van a continuar haciendo las cosas que se pueden hacer: armar a Ucrania y sancionar a Rusia”, ha enfatizado.
Entretanto, el número de bajas civiles aumenta en Ucrania, donde varias ciudades, como la portuaria Mariupol, en el mar de Azov, están en una situación crítica por el asedio ruso; también crece el éxodo de quienes huyen de la guerra.
El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha acusado al Kremlin de aterrorizar a la ciudadanía para doblegar su voluntad y emprender “una guerra de aniquilación”.