En el eje estratégico de Bienestar Social Sostenible se contienen las directrices para combatir la pobreza y la marginación y los problemas que éstas traen consigo. Se plasma en educación un espacio apropiado para desarrollar capacidades humanas productivas, sociales y creativas, acorde con las directrices de la Nueva Escuela Mexicana.
La salud, como un aspecto fundamental para mantener sana a la población, atender sus principales padecimientos y enfermedades y garantizar las condiciones sociales para un crecimiento y bienestar continuo, y la existencia de espacios públicos dignos, apropiados y libres de polución, acorde a los lineamientos del Plan Nacional de Desarrollo 2019–2024 y la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para brindar esparcimiento y diversión sana a los diferentes segmentos de la población.
La mujer será visibilizada como factor transcendental en el desarrollo de la sociedad actual con la asignación de responsabilidades que la convierten en dirigente, como una forma justa de valorar su participación en los procesos que nos conforman como sociedad, en una perspectiva de género e igualdad sustantiva. La familia se abordará como el sujeto complejo que es, incluyendo atención a individuos con capacidades diferentes, sin distinciones ni discriminación, y bajo un régimen de atención especial.
Las expresiones culturales, que brotan del enriquecimiento individual de las personas y contribuyen a él, serán fomentadas para formar públicos nuevos y configurar una oferta cultural para el esparcimiento incluyente que produzca el alejamiento de actividades menos edificantes.
El deporte, a su vez, contribuirá a una vida saludable, a la conservación del potencial humano, la realización del individuo, la cohesión familiar e integración social que favorecen el desarrollo de la población, con la creación de hábitos saludables, colocando en el centro la convivencia familiar con actividades de trabajo en equipo y el fomento del liderazgo y la competitividad.
Para conseguir estos resultados, serán aplicadas políticas públicas diseñadas ex profeso. En ellas convergen la experiencia de los servidores públicos, la orientación de las consultas ciudadanas y la participación de quienes, en general, aspiran a un Sinaloa diferente.
Desde una posición progresista, la administración pública en el tema de bienestar social se orientará a cumplir con las peticiones más sentidas del interés general de todos los integrantes de la sociedad sinaloense. Nuestra apuesta es forjar instituciones que puedan corregir las injusticias de una visión del desarrollo orientada a privilegiar el mercado.
Para lograr lo anterior, es imprescindible que sea eficaz, eficiente y disciplinada. En este tenor, sus funciones estarán orientadas a lograr una administración moderna, con la implantación de la tecnología más vanguardista, para agilizar la prestación de los servicios públicos, al variado conjunto de pobladores de Sinaloa.
Como lo asentamos en uno de nuestros principios, el objetivo central de la política pública que desarrollemos será generar bienestar para la población. Seremos perseverantes en gobernar con equilibrio fiscal, impulsaremos la creación de empleos de calidad, con todas las prestaciones de Ley, bien remunerados.