La noche se apodera de los técnicos finalistas. Faltan 24 horas para saltar al campo de juego y comienza la batalla sicológica.
Tienen que carearse como parte del protocolo ante los medios. Diego Cocca presenta un rostro impertérrito, a pesar de que el Atlas ha anunciado su renovación por un año más, sin duda un paradigma de respaldo antes de lo más complicado, levantar la copa.
Hasta hace poco, ver al Atlas en la final era un elemento extraño, ahora es todo lo contrario, pero Cocca sólo tiene palabras para su rival, no para su equipo.
Los números hablan por sí solos, lo que ha hecho Pachuca ha sido impecable, ha terminado superlíder y tiene la mejor defensa”.
Guillermo Almada estaba en el mismo sitio hace un año. Se quedó en la orilla por culpa del Cruz Azul. No lo dice abiertamente, pero no quiere repetir el fracaso.
Se envalentona más que Cocca y lanza el dardo de que desde el juego de ida van a buscar que el partido se liquide.
Nosotros tenemos identidad y la respetamos. Hablaría muy mal de mi parte especular, así no siento el futbol. Respetamos cosas que hace el Atlas, pero intentaremos imponer el estilo nuestro”, dijo el uruguayo que con focos o sin ellos, guarda ese rostro de neutralidad que debajo esconde a una fiera con mal genio.
Cocca respinga al escuchar a Almada y se pone bravo por la misma línea, “hay un camino que nos condujo hasta acá y debemos respetarlo. El que haga mejor las cosas y esté más concentrado tomará ventaja”, responde el argentino.
Almada recula y mira de reojo a Cocca y al atlismo, finalmente está ante el campeón y el destino a veces es irremediable, por lo que opta por devolver los cumplidos.
Cualquier cosa que pueda decir sobre el Atlas es redundante, porque ha sido el último campeón y ha tenido regularidad en su juego”.
Luego, los dos técnicos, -curisamente con camiseta gris- se levantan, se dan la mano y posan con el balón de juego ante las cámaras.
Hay una camaradería sudamericana entre ambos, bañada por al río de la Plata. Almada sabe que es su oportunidad de ganar un título en México; Cocca quiere otro tipo de éxito, el ser el tercer técnico bicampeón en la liga.
EL ATLAS DEFIENDE A LO COCCA
El exportero del Atlas, Erubey Cabuto, quien estuvo con el equipo entre 1995 y 2002 y fue compañero de Diego Cocca, reconoció que este equipo defiende como lo hacía el argentino cuando jugaba. “Lo bien aprendido jamás se olvida. Diego Cocca como defensa trabajó el estilo que él tenía, pero ahora con su equipo. Lo que más es de alabar es la manera en la que convenció de entablar su sistema”.
Para Cabuto, Cocca es un obsesivo del orden defensivo, sin embargo, eso no descarta que se empeñe en mostrar sus armas al ataque. “La ofensiva nunca la dejó de lado, sobre todo con jugadores como Julio Furch y Julián Quiñones, que son muchachos muy fuertes y tienen gol”, comentó.
De paso, destacó al portero Camilo Vargas, “a los 32 años es un jugador que tiene las bases necesarias, es alguien con experiencia para saber qué hacer al momento de cada jugada. Llegó sin luces, pero se ha consagrado como un jugador importante”.