El sonido de la banda sinaloense fue el complice perfecto de un solitario asesino, quien arribó a una palapa de mariscos en Mazatlán en una motocicleta, ingresó a la zona de playa donde un turista de Coahuila convivía con otras personas, sacó de entre sus ropas un arma de fuego y le disparó a quemarropa, mientras que el estruendo de las detonaciones se perdió entre la música de viento que sonaba en el restaurante, lo que sirvió para que el pistolero huyera impunemente.
La víctima fue identificada como Gerardo “N”, de 56 años, quien era odontólogo y provenía de Coahuila, una persona que acompañaba al visitante resultó herida y fue llevada a un hospital en un vehículo particular.
Testigos indicaron que hasta que vieron al dentista y su acompañante sangrar, fueron que pidieron ayuda a los cuerpos de rescate y policiacos, mismos que llegaron solo para confirmar la muerte del vacacionista que quedó sin vida sobre la silla, justo frente a las playas de la ‘Perla del Pacífico’, a donde supuestamente acudió para salir de la rutina y descansar.
Posteriormente el restaurante ’Puerto Azul’ fue abarrotado por efectivos del Ejército y policías, quienes bloquearon con sus unidades un carril de la avenida Del Mar, en el malecón, a escasos metros de las instalaciones de la FGR, mientras en la playa, el silencio se apoderó del lugar y unas cintas amarillas resguardaban el cadáver del profesionista, quien yacía inerte bajo una toalla de playa, bañado por el sol de la tarde dominguera que se tiñó de rojo, ante la violencia que no cesa en el puerto…