Se hace justicia a una luchadora contra el cáncer y la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) tiene mucho que agradecer a la señora Rosy Camacho de Aguilar, quien siempre apoyó a la institución en sus primeras jornadas contra el cáncer de mama, opinó el Rector de la Casa Rosalina, doctor Jesús Madueña Molina.
A invitación del Gobernador del Estado, doctor Rubén Rocha Moya, el dirigente universitario asistió al Homenaje Póstumo a Rosalía Camacho de Aguilar en las instalaciones del Sistema DIF Sinaloa y a la develación de placa en el Instituto Sinaloense de Cancerología que en reconocimiento a su persona y a sus acciones a partir de hoy lleva su nombre.
“Conocí a Rosy cuando fue presidenta del DIF en la época del Gobernador Jesús Aguilar Padilla, nos tocó colaborar con ella como director de la Facultad de Medicina en varias tareas y me siento contento de que a personas como ella se les reconozca”, expresó Madueña Molina.
Acompañado del Secretario General, doctor Gerardo Alapizco Castro, el Rector estuvo presente en el evento donde se dio una emotiva semblanza de Rosy Camacho de Aguilar como persona y presidenta del DIF estatal, su lucha personal contra el cáncer de mama y su labor incansable para apoyar a las mujeres sinaloenses que padecían esa enfermedad y también a los niños con cáncer, donde a nombre de la familia habló su hija Iris.
“Ella fue una incansable luchadora social, luchadora contra el cáncer, colaboró mucho con la Universidad cuando nos prestó durante muchos años, antes de que la Universidad tuviese, aquel carro equipado para las jornadas contra el cáncer, ella siempre estuvo con nosotros, nos acompañó en algunos eventos y qué más puedo decir de ella, puro agradecimiento (…) la Universidad le tiene que agradecer mucho a ella porque la Fundación que encabezó, que fue Renacer, estuvo siempre con nosotros apoyándonos”, expresó.
En el Homenaje al cual se dieron cita familiares y amigos cercanos a la señora Rosy, el Gobernador, Rubén Rocha Moya manifestó que ella personifica el carácter y la resiliencia para enfrentar los retos más complicados de la vida, de los cuales pudo salir por su fortaleza, sus valores familiares y su fe en la medicina avanzada y ponderó su altruismo social y su espíritu filantrópico que se catapultó cuando llegó al DIF Sinaloa.
“Su lucha por vivir fue la constante, su grandeza es una herencia para las mujeres de Sinaloa, su pasión fue la causa y su entrega un ejemplo (…) con profunda satisfacción quiero expresar: gracias señora Rosy, por su gran obra y su gran legado; además felicitar a todas aquellas personas que con toda justicia impulsaron la idea de perpetuar la memoria de nuestra homenajeada al conceder su nombre al Instituto Sinaloense de Cancerología (…) honor a quien honor merece”, planteó el mandatario estatal.