José Manuel Prieto

Culiacán, Sinaloa.- Si usted ronca mientras duerme, tenga mucho cuidado, ya que esta situación además de causarle problemas con su pareja, le puede ocasionar problemas en su salud, advirtió el Neumólogo Édgar Urquídez.

En entrevista en el estudio del noticiero de radio y de redes sociales Viva La Noticia, conducido y dirigido por el periodista Enrique Gil Vargas, el especialista explicó que este problema conocido también como apnea del sueño, cobra facturas en la salud.

“Los problemas con la pareja es la factura más barata, porque la factura alta están en los problemas de salud”.

Explicó que las personas que padecen el síndrome de apnea obstructiva del sueño, son personas que padecen obesidad y entre más gorditos estén o entre más grueso tengan el cuello, van a roncar más.

“Podemos decir que rico está durmiendo este hombre, pero no está durmiendo nada bien. Cuando nosotros nos vamos al sueño real, al sueño reparador, es cuando todo el organismo se va a invernar, aunque algunos órganos esenciales quedan funcionando”.

Manifestó que en la garganta hay unos músculos dilatadores de la faringe, los cuales en ocasiones se estrechan al perder su tono, y es cuando se colapsan y la personas empieza a roncar.

“Si se fijan está roncando y está haciendo un esfuerzo para respirar, si se les va la pancita, se ve que hace el esfuerzo para respirar, entonces los sonidos se hacen más fuertes y empiezan a caer los niveles de oxígeno en la sangre, y empieza a haber hipoxia al dormir”.

Este dijo es un problema grave, ya que cuando vienen los problemas de hipoxia, ya que cuando el organismo detecta que está bajo el oxígeno, le manda una señal al cerebro, por lo que el sonido disminuye y se calma un poco el ronquido para luego volver a emitir sonidos.

“Ese alertamiento es para que aumente el tono del cuello y ya no ronque tanto y los niveles de oxígeno vuelvan a la normalidad, pero es un rato y ahí va de nuevo el círculo vicioso”.

Con el alertamiento, dijo, se liberan muchas sustancias pre inflamatorias, y ahí el organismo empieza a tener varios problemas, porque el sueño es para descansar, para reparar tejidos, debemos de tener al menos siete horas de calidad del sueño.

“Con el sueño se liberan muchas sustancias, que son sustancias responsables del control  de la glucosa, del colesterol, de la hipertensión, neurotransmisores de la felicidad, neurotransmisores para todo”.

Es por eso que cuando se fragmenta el sueño por falta de oxígeno, la persona no se despierta y de nuevo se pone en funcionamiento y ya no descansa y empieza a haber problemas.

“De hecho es un factor de riesgo para presión alta, diabetes, hipertensión, infarto agudo al miocardio, infarto cerebral, entre muchas enfermedades”.

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