Bernardo Hurtado
Culiacán, Sinaloa.- Los colibríes suelen estar relacionados tanto a la vida como a la muerte, es parte de la creencia que si uno de ellos te visita es porque alguien, además de estas aves, también lo está haciendo, a la vez, mandando buenos deseos.
Beatriz Zazueta es una de las muchas madres e hijas que cree en ello, sin embargo, es en los días de las madres que ella juega tal papel, visitando a su madre María de Jesús tras sus 11 años de haber partido, en sus palabras, la mejor del mundo.
“Al menos yo era muy apegada, mucho mucho a ella, era muy dicharachera, muy alegre, le gustaba mucho bailar, le gustaba mucho de hecho visitar el panteón a su mamá también, y eso nos lo inculcó ella a nosotros”.
Al ser las visitas al panteón algo inculcado por la conocida como Chuyita, Beatriz hace presencia mes con mes con su madre, y si bien no son acompañadas por flores, es con el acto de limpieza que le hacen saber a su mamá que están con ella.
“Mi mamá era bien alcahueta con todo, mi mamá nos hacía… El día de la madre nos hacía la comida, el día de navidad, año nuevo, ella nos jalaba para su casa. Era una… Alegría algarabía cuando estaba ella en vida”.
Sabiendo de sus defectos y virtudes, ella sabe que para ella, Chuyita era la mejor del mundo, y siendo madre hoy, a la vez visita a su hijo, quien también partió y continuará visitando el tiempo que Dios lo permita.
“Yo digo que hasta que Dios me preste vida y salud a mi, yo voy a estar aquí con ella, con mi hijo principalmente, pero no los voy a dejar nunca. Tarde o que temprano, pero aquí voy a estar visitando”.
Es cerca de su habitación al terminar los viajes al panteón, incluso en días donde estos no ocurren, que arriban los colibríes con sus alas, sentándose en los bebederos que Beatriz construyó para ellos, las 3 mismas aves que por costumbre miran hacia adentro, y de las cuales, tal vez, con una de ellas haga visita su madre.