Bernardo Hurtado

Culiacán, Sinaloa.- Los pasillos del mercadito ‘Rafael Buelna’, no son silentes, están colmados de charlas entre vendedores y compradores, amigos y familias, así como el característico sonido de la maquina tortillera al trabajar.

Juan Corrales es quien está acostumbrado en gran medida a este sonido, pues de 6 y media de la mañana a 4 de la tarde, atiende la tortillería desde hace un año y cuatro meses.

“El negocio estaba cerrado y… un amigo me dijo que si podíamos, que él lo abría pues y él mismo invertía para abrirlo y que si quería trabajar y le dije que sí, que estaba bien, que estábamos yo y mi esposa, y empezamos iniciamos nosotros”.

En compañía de su trabajadora esposa Graciela, con la cual presume hacen muy buen equipo, han visto a las personas llegar y adquirir sus tortillas yendo bien dentro lo que cabe aun si la venta no es muy buena.

“Pues la verdad a mi me gusta, me gusta y más lo disfruto en el tiempo de frío ¿no? El calor sí es tremendo, mucho calor, pero me gusta el trabajo, elaborar la tortilla, salir, no sé, servirla o sea y ponerla calientita, muy buen sabor”

Con dos abanicos y extractores, Juan y Graciela resisten el calor combinado con el que la maquina encendida produce, habiendo visto una ligera disminución de venta por temporada al no querer salir las personas de sus casas, y con la llegada de las lluvias, podrían haber menos.

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