Las piñatas eligieron a Ángeles para hacerse de un oficio desde hace 12 años haciéndose fama por estar en una de las avenidas más concurridas de la ciudad. Diseñar una piñata para el cumpleaños de su hija, fue el primer contacto con el mundo de la piñatería abriendo su parte creativa.
Piñatas La Avenida así bautizó su negocio que se dio a conocer por colgar las piñatas en el porche de su casa, la artesana ha sabido como manejar el negocio a pesar de haber incremento en lo precios y la escases de periódico. El cartón con el que arma las piñatas es reciclado de un almacén en donde trabaja su papá. “Mi padre le pide de favor al velador que le ayude a juntar el cartón sobrante para traérmelo a la casa”.
“Los palos con los que se les pega a la piñata, cada que camino y me topo ya sea en la basura o en la calle, los recojo y los voy almacenando. Mis amigas me dicen la loca de los palos, riendo a carcajadas”.
El papel periódico cada día mas escaso lo ha suplido con las copias de abogados y contadores que tiran las actas en donde se puede apreciar: textos donde se reclaman demandas alimenticias, divorcios, litigios, amparos. Con humor comenta que están hechas con mucho coraje ante tanta demanda que se puede leer en las hojas recicladas, los clientes que les toque ese tipo de piñatas, van a ser golpeadas con muchas ganas.
Ángeles y su negocio se ubican en la Avenida Juan Pablo II en la colonia Manuel J Clouthier, e invita todos a consumir piñatas echas por manos mazatlecas.