En la sala de espera de Presidencia como todos los días se puede apreciar diversas figuras públicas, ciudadanos de pie y líderes de colonia, políticos y más. Esta mañana se apreciaba la sala sola pero la luz de Marina de 98 años bastó para darle vida.
Nos acercamos a ellas y nos contó sobre su vida y el secreto de su longevidad, la actividad física y el trabajo duro.
Desde muy chica se adentro al trabajo duro del campo, levantándose a las 2 de la mañana para ser de las primeras en llegar al molino y tener el maiz listo para el desayuno y la comida.
Su secreto para llegar a esta edad es levantarse temprano y respirar el aire puro. Además de mantenerse activa, la alimentación del campo es la mas saludable.
Huérfana desde los 8 años quedo al cuidado de su padre y hermano mayor quien a malos tratos y exigencias, Marina contrajo matrimonio a los 25 años por temor de dejar a sus hermanos menores.
Con el temor de no poder defenderlos, Marina para su época se casa tardiamente. A los años deja el campo e inicia la venta de artesanías, cajitas de madera donde ella y su esposo inician un nuevo oficio, el de ser artesanos.
Del campo de Guerrero a Mazatlán, ser artesana la hizo adentrarse en los destinos de playa. Acapulco fue el primero donde se instaló cerca de la zona turística para después enviar mercancía a Chilpancingo y a la frontera con Estados Unidos. La caída de las torres gemelas la traslado a Mazatlán donde actualmente reside.
Marina cumplio 30 años de haber llegado a Mazatlán y 8 de estar viuda. Sus 6 hijos la mantienen.
Orgullosa comenta seguir cocinando a sus hijos con los que vive.
Sigue activa criando a sus pollitos levantándose todos los días temprano.
Marina llegó a Presidencia junto con su hija para pedir una audiencia con el alcalde. Después de la entrevista siguió en la espera.