Una de las fiestas tradicionales más esperadas se aproxima a la Perla del Pacifico, con el Carnaval Internacional de Mazatlán 2024, “Eclipse Barroco”, a la vuelta de la esquina, una gran afluencia turística recorrerá las principales avenidas del puerto mazatleco, disfrutando de la cultura y el arte que se promueve a través de estas celebraciones, resaltó especialista de la Facultad de Arquitectura (FAUAS) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).

Sylvia Cristina Rodríguez González expresó que, como una de las principales actividades turísticas, este evento deja un desarrollo económico grande en el estado, y es que a pesar llevarse a cabo en un periodo corto, miles de turistas tanto nacionales e internacionales llegan a disfrutar de esta fiesta cultural, desde los carros alegóricos, la coronación de reyes, presentaciones musicales, monigotes en el malecón, la quema del mal humor, y mucho más.

“No es la única ciudad, pero si está muy reconocida por todos los aspectos culturales que se han resaltado, lo artístico, también la literatura, poesía, elementos musicales que antes no se tomaban en cuenta (…) en Mazatlán ha tenido mucho éxito en la afluencia turística, se hace una fiesta regional principal, no solo gobierno participa en la inversión, sino que toda la gente colabora desde la parte artística y participación ciudadana”, mencionó.

Asimismo, expuso que con la llegada de quienes asisten a este Carnaval, también se da paso a una sobresaturación turística que afecta a los ciudadanos al generar una insuficiencia en servicios públicos como agua, drenaje, electricidad y transporte, algo que señaló se debe de poder solventar a los residentes, al igual a los turistas.

Jesús Alejandro Meza Aragón, alumno del Doctorado en Arquitectura y Urbanismo, explicó que el Carnaval de Mazatlán año con año selecciona una temática con la cual se instalan monigotes a lo largo del malecón como atractivo turístico que incentiva a visitar espacios y consumir los paisajes.

De igual manera, indicó que en las últimas ediciones se ha dado pie a la privatización de ciertos sectores limitando el acceso solo a quienes pagan su entrada, y mediante su estudio de paisaje urbano y estéticas del imaginario turístico, encontró que estos cambios han inconformado a algunos ciudadanos que se siente excluidos de estas festividades.

“El año pasado, por ejemplo, a partir de Olas Altas se privatizó y donde se presentaron los artistas ya tiene un costo, platicando con diversos ciudadanos de Mazatlán comentaban que no estaban de acuerdo con este cambio porque lo tomaban como fiesta tradicional de la ciudad y no les sentaba bien que privatizaran cierta parte porque no podían asistir todos los ciudadanos”, explicó.

Consideró interesante poder observar la integración de esta celebración a los paisajes del puerto, al igual que la evolución del turismo y sus repercusiones en el puerto de Mazatlán.

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