+ El Secretario General de Gobierno, destacó que los neoliberales creen que si la gente es pobre, es porque no trabajan lo suficiente cuando hay mucha gente que trabaja el triple de lo que cualquiera podría trabajar, y no logran revertir su situación de carencias
Redacción
Culiacán, Sinaloa.- El Presidente Andrés Manuel López Obrador, ha gobernado para todos, y a los ricos no les han ido mal, lo que pasa es que no tienen llenadera, afirmó el Secretario General de Gobierno Enrique Inzunza Cázarez.
En entrevista en el estudio del noticiero de radio y de redes sociales Viva La Noticia, conducido y dirigido por el periodista Enrique Gil Vargas, el funcionario estatal indicó que el Presidente ha puesto como centro de la política, que mientras no seamos capaces de general condiciones de igualdad, de oportunidades para todos y a todas las comunidades indígenas le da el carácter de entes de derecho.
“Va a tener la posibilidad, incluso, de recibir recursos presupuestales y administrarlos ellos autónomamente, algo verdaderamente revolucionario en comunidades indígenas, los sectores de la población”.
Destacó que los neoliberales creen que si la gente es pobre, es porque no trabajan lo suficiente cuando hay mucha gente que trabaja el triple de lo que cualquiera podría trabajar, y no logran revertir su situación de carencias.
“Pues porque los empleos están mal pagados, porque comenzaron de muy atrás, no comenzaron igual que todos los demás, y lo que el estado social, esos planteamientos sociales que el Presidente busca, es consolidar condiciones, para que todos comencemos desde un punto de inicio que nos permita garantizar una vida digna para nosotros, para nuestros entornos y para nuestras comunidades”.
¡Si señor, yo soy de rancho! El aspirante al Senado de la República, recuerda su infancia en Batequitas, Badiraguato
Respecto a sus aspiraciones para el Senado de la República, dijo que él es un hombre de rancho, y recuerda con mucho cariño, que al despertar su padre y su madre, se despertaban antes que ellos, en la choza donde vivían con un techo de palma.
“Mi madre se levantaba a atizar la hornilla, el horno con leña, la cafetera ahumada, ajumada decimos en los pueblos, que está en nuestros recuerdos de infancia, a poner café de talega”.
Destacó que vivió en el poblado Batequitas, Badiraguato hasta los 17 años, donde le tocó ver la vida dura de sus padres.
“Lo digo por mi padre, que fue un jornalero, labriego al jornal, que nos mantuvo a todos empleándose con quien tenía empleo para dar en el pueblo o yendo al cerro a cortar madera”.