Aaron Judge no necesitó sumar otro cuadrangular a su cuenta para dejar su huella en la victoria de los Yankees 5-2 sobre los Nationals en Washington. Aunque se mantuvo en 51 bambinazos esta temporada, fue su guante el que se robó la noche.
En la parte baja del cuarto inning con los Yankees ganando 2-0 entrada y un corredor en base, Andrés Chaparro conectó lo que parecía un vuelacercas seguro al jardín derecho. Judge, con un salto preciso y una determinación implacable, se estrelló contra el muro, extendiendo su brazo justo a tiempo para tomar la pelota que apagó el ímpetu de la afición de Washington, pero levantó elogios en redes sociales para El Juez. No sólo evitó el empate, sino que convirtió la jugada en una espectacular doble matanza, apagando el fuego de los Nationals.
Judge coronó su noche con otro hito: su imparable número 1,000 en las Grandes Ligas, un sencillo al jardín derecho que lo sigue consolidando como una de las estrellas más completas del juego y el más firme candidato al premio MVP de la Liga Americana.
El respaldo ofensivo para los Yankees vino de cuadrangulares solitarios de Gleyber Torres, Austin Wells y Jazz Chisholm Jr., quienes se fueron para la calle. Torres disparó un bambinazo en la apertura del encuentro que le dio a Yankees una ventaja que ya no perderían.
El triunfo en Washington ayudó a extender la ventaja de Nueva York a dos juegos sobre los Orioles y a mantener el mejor récord de la Liga Americana, con 78-54.
En la lomita, Néstor Cortés brilló, lanzando seis innings y dos tercios en los que permitió sólo una carrera.