La NFL anunció la suspensión del linebacker de los Buffalo Bills, Von Miller, quien recibió una sanción de cuatro juegos por violar la política de conducta personal de la liga. Esta medida fue tomada tras un incidente ocurrido en noviembre, cuando Miller fue arrestado en Texas bajo la acusación de agresión grave de tercer grado contra una mujer embarazada.
A pesar de que el jugador calificó las acusaciones como “exageradas” y “100 por ciento falsas” en diciembre, el proceso legal siguió su curso, hasta la determinación final de este martes.
Según el informe policial, Miller habría puesto sus manos en el cuello de la mujer en dos ocasiones y le arrancó un mechón de cabello durante el altercado. Aunque se plantearon cargos graves en su contra, la NFL decidió no incluir al linebacker en la lista de exentos del comisionado mientras el caso avanzaba, lo que permitió que Miller jugara en los primeros cuatro encuentros de la temporada con los Bills.
Con la suspensión, Von Miller no podrá volver a las canchas hasta la semana 9 de la temporada regular, en el esperado partido entre los Buffalo Bills y los Miami Dolphins. Su ausencia representa un golpe importante para la defensa del equipo, que confiaba en su experiencia y habilidades como líder del grupo.
En el mismo comunicado, la NFL también anunció una sanción de cinco juegos para Mike Hall Jr., tackle defensivo de los Cleveland Browns, tras un incidente relacionado con violencia doméstica. Hall fue acusado en agosto de haber arrastrado a su prometida fuera de la casa que compartían y, supuestamente, de haberle puesto una pistola en la cabeza. Si bien la mujer posteriormente retiró esta última acusación, Hall se declaró culpable de un cargo menor de alteración del orden público.
El caso de Hall fue tratado de manera diferente, ya que fue colocado en la lista de exentos del comisionado desde agosto, impidiéndole participar en cualquier juego de los Browns hasta la resolución de su caso. La suspensión de Hall fue aplicada retroactivamente, lo que le permitirá ser elegible para regresar al equipo el 7 de octubre, antes del partido de la semana 6 contra los Philadelphia Eagles.
Ambos casos han puesto de relieve la firme postura de la NFL respecto a su política de conducta personal, subrayando que, independientemente de la fama o el rendimiento de los jugadores, cualquier violación de estas normas conlleva sanciones importantes.