“¡Omar no cometió ningún delito!”, dijo exaltado Julio César Chávez. La Leyenda defendió a su hijo, señalado de subir de peso a lo pactado para su combate contra Misael Rodríguez, quien junto a su equipo decidió no subir al ring por no cumplirse dicha cláusula tras un segundo pesaje instantes previos a la función del fin de semana en Pachuca, Hidalgo.
“Se me hace una pendejada que la Comisión de Boxeo (de la CDMX) nos ponga cuatro kilos y medio de rehidratación; Omar dio el peso de 168 libras un día antes, Misael también”, explicó durante su visita a la Ciudad de México.
El desacuerdo de Chávez padre y equipo radica en que no existía una cláusula para repetir báscula. “Robert García (entrenador de Misael) y la Comisión alegaban que Omar pesaba 90 kilos, les dije que, si pesaba 100 o 90 kilogramos, ¡qué chingados les importa! Puedes pesar lo que quieras, ya te pesaste”.
Al final de cuentas, Omar Chávez (41-8-1) se sometió a un segundo pesaje. “Pesaron a Omar con todo y ropa y pesó 82.40 kg, hasta el de la comisión un abrazo me dio, a Robert le pedí disculpas porque hubo unos incidentes. Sube Omar al ring y ellos se van; alegaban que Omar pesó 86kg. Así fue la cosa”.
¿Qué dice la Comisión? De acuerdo con el comisionado Rodolfo Rosales, el Chino Rodríguez (14-0) hizo valer la regla de pesaje en arena, porque su rival rebasó los 81kg permitidos.
“Efectivamente, Omar no se quería pesar. Cuando ya se dejó pesar, con las zapatillas de boxeo, calcetas, concha protectora, el calzón de boxeo, con la camisa y con los guantes, pesó 86 kilos y 700 gramos”.