Claudia Araujo

Culiacán, Sinaloa-. Cuándo parece que no hay esperanzas y se está a punto de rendirse, la fe es lo único que queda, y en ocasiones, se es testigo de un milagro. Diversas historias de estos sucesos se han escuchado y visto, haciendo que las personas poco a poco vayan teniendo un poco más de fe.

La Virgen de Guadalupe es una de las figuras en las que más fé se tiene por parte de los mexicanos, y es que los milagros que ha realizado han hecho que los fieles creyentes sigan con ella al paso de los años.

Entre ellas se encuentra la señora Carmen Castro junto con su esposo, quienes han podido obtener uno de los tantos milagros que la Guadalupana ha realizado: el nacimiento de su hija Milagros Guadalupe, quién lleva este nombre en honor al milagro que la morenita del Tepeyac les concedió.

“Ella es Milagro Guadalupe, todo un milagro aquí mira, pues más que nada venimos a agradecerle porque nos ha hecho el milagro de que ella esté aquí, ya un añito, ella cumplió el día de ayer un año y pues prometimos traerla aquí con la virgen, pues ha sido muy difícil todo esto para nosotros, pero si ella le hecha ganas, nosotros más con más razón”.

Declaró, la fe es más grande que otra cosa y ellos lo han comprobado, al ver a su hija crecer.

A Carmen Castro desde que tenía 20 semanas de embarazo le dijeron que su bebé no tenía posibilidades de sobrevivir, esto al ser detectada con encéfalo occipital, siendo esto muy duro para ellos cómo padre, pero las esperanzas nunca se acabaron, ya que con más razón le pidieron a la virgen de Guadalupe que dejara a su bebé nacer y fue así cómo Milagros Guadalupe hoy se encuentra con ellos.

“Al pasar el tiempo le fue creciendo y me decían que si esa telita no rompía iba a aguantar el nacimiento, nos mandaron a Guadalajara para ver si ella tenía una posibilidad de operación allá, pero nos mandaron sin esperanza alguna, ninguno se quiso arriesgar porque el defecto era muy grande, ella tiene el diagnóstico de un encéfalo gigante, entonces nos mandaron de regreso para acá a Culiacán, con el fin de que pasara lo que Dios quisiera, no había ningún doctor que se atreviera a operarla, pero por arte de magia apareció el Doctor Zazueta, quién fue el que salvo a mí niña y estamos muy agradecidos con él”.

Milagros Guadalupe a la corta edad de 1 año ha pasado por dos operaciones en su cabeza, de las cuales ha salido cómo toda una guerrera demostrando que tan fuerte es y con toda las ganas de vivir.

Los padres de Milagros Guadalupe, todos los días agradecen a Dios y a la virgen de Guadalupe por permitir que su hija esté con ellos, así como agradecen el que nunca los ha dejado solos y siempre escuchan sus plegarias.

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