Bernardo Hurtado

Culiacán, Sinaloa.- Este lunes 6 de enero es realizada la vivencia del Año Jubilar con una serie de actividades del Obispado de Culiacán, teniendo la apertura de la puerta de la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Rosario.

El origen del denominado jubileo, compartió el Padre Esteban Robles Sánchez, vocero de la Diócesis de Culiacán, es muy antiguo donde cada 100 años se decretaba un año de perdón y de redención donde las deudas se perdonaban, presos eran liberados del delito, tratando de hacer el bien recordando el momento de liberación.

“Pasados los tiempos decretaron que fuera cada 50 años porque era importante la redención, la salvación, el perdón; el Papa Pablo II, que fue el último que celebró en el año 50, estamos hablando del año 2000, el jubileo del año 2000, decreta que no fuera cada 50 sino que ahora fuese cada 25 años, y justamente este año 2025 el Papa Francisco siguiendo está tradición, esta disposición del dos Papas anteriores, decreta el año santo, el año de la redención, del jubileo, llamado jubileo de la esperanza, comentando que pues en el mundo hay un momento difícil en cuanto a la paz”.

Así como en cuanto al respeto de los derechos humanos, con guerras, comentó que el Papa llama a no perder la esperanza sino a ser forjadores de ellas, viviendo el amor y perdonando.

En cada Diócesis, comentó, habrá la oportunidad de pasar por la tradicional puerta santa, teniendo con la disponibilidad como católico de confesarse, pedir por las impresiones del Papa y comulgar y los requerimientos para al pasar por la puerta, ganar una indulgencia plenaria para uno mismo o para un difunto, destacando con ello la misericordia de Dios.

Las actividades comenzaron con la celebración penitencial en el templo de Nuestra Señora del Carmen en punto de las 10 de la mañana, procediendo con la peregrinación a catedral desde el templo y la apertura de las puertas en punto de las 11:36 am, contando con una gran asistencia para la misa de las 12:00 PM donde Monseñor Jesus José Herrera Quiñones declaró que como peregrinos de esperanza se asistió.

“En la cual el Señor nos concede a cada uno de nosotros la indulgencia plenaria. Jesús es la puerta, por eso Ábranse las puertas de par en par para entrar en la gloria del Señor”.

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