México.-La bailarina mexicana Elisa Carrillo Cabrera (México, 1981) recibió la noche de ayer el Premio Benois, considerado el máximo galardón que se puede obtener en el mundo del ballet de la danza, en el imponente escenario del Teatro Bolshói de Moscú.
La ceremonia de premiación inició a las 19 horas e incluyó una gala de ballet, cuyas ganancias serán destinadas a ayudar a bailarines y coreógrafos retirados en el legendario recinto cultural, construido a finales del siglo XVIII, en tiempos de la emperatriz Catalina la Grande, para mostrar lo mejor del teatro, la ópera y la danza.
La mexicana, nominada en la categoría de mejor Bailarina, compartió el honor con el resto de los ganadores del codiciado premio –creado en 1991– para reconocer lo más destacado del mundo de la danza clásica en seis categorías: bailarina, bailarín, coreógrafo, diseñador, compositor y trayectoria.
Al recibir la estatuilla, con la imagen de una pareja de bailarines, Carrillo no ocultó su alegría y dedicó el reconocimiento a su familia, y a quienes creyeron en ella.
“Quiero darle gracias primero a Dios y a mi familia… porque siempre me ha apoyado; a la gente en México que ha creído en mí y a quienes me dieron la oportunidad de formarme, a quienes me abrieron las puertas en Europa: el Stuttgart Ballet, el Staatsballett Berlin y a sus directores”.
Y añadió: “Todos ellos me ayudaron a crecer artísticamente y a lograr este premio que dedico especialmente a mi país, México, y al Estado de México, mi patria chica”, expresó en su discurso Carrillo, quien tendrá una gala de ballet el próximo 2 de julio en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México.
Carrillo fue distinguida con el Benois de la Danza 2019 por su interpretación del personaje de Julieta en la obra Romeo y Julieta, en la coreografía del español Nacho Duato, y con esto repitió la hazaña del joven bailarín Isaac Hernández, en 2018.
El estreno fue en mayo de 2018 con el Ballet Estatal de Berlín, del que Carrillo Cabrera es primera bailarina desde 2011.