Culiacán, Sinaloa.- Fue una aberración y una vergüenza para el estado de Sinaloa la decisión que tomo el Congreso del Estado de no aprobar el matrimonio igualitario toda vez que fue una decisión inducida por la iglesia católica, afirmó el destacado jurista Gonzalo Armienta Hernández.
El abogado y catedrático de la UAS argumentó que Sinaloa como estado laico y por tanto las leyes no tienen que sujetarse a cuestiones de moralidad que de alguna manera inducen la iglesia y en este caso la iglesia católica.
Armienta Hernández argumentó que está de acuerdo en que la iglesia católica dentro de sus recintos y donde ellos imparten sus cátedras estén en contra del matrimonio del mismo sexo porque son los postulados de la iglesia pero esto no quiere decir que la iglesia influya en las decisiones del congreso y eso fue lo que sucedió el pasado martes.
“Y ayer se vio claramente que la iglesia influyo con argumento banales, con argumento de moralidad, pero de una moralidad falsa porque el hecho de que dos personas del mismo sexo se casen y supuestamente puedan adoptar hijos pues no lleva al extremo de que los niños también puedan ser homosexuales, lo cual tampoco tendría importancia, pero de todas manera no lleva a ese extremo”, aclaró.
Otro argumento que se maneja es que los menores hijos de parejas homosexuales pudieran ser víctima de bullying y en todo caso tampoco pudieran casarse las personas de tallas pequeñas y los que tengan síndrome de Down, pero es un argumento fuera de todo contexto real y jurídico.
Respecto al posicionamiento de algunos diputados que acusan de que con la aprobación del matrimonio igualitario se abriría la puerta a la adopción, Armienta Calderón afirmó que es un argumento que busca confundir pero es una línea de la iglesia católica porque la adopción no va ligada con el matrimonio, es decir, para que una persona pueda adoptar a un menor no es un requisito indispensable que exista un matrimonio.
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