Culiacán, Sinaloa.- La obesidad es un problema de salud que alcanza dimensiones epidémicas a nivel mundial y afecta a todas las edades y grupos sociales, además es un factor de riesgo para otros padecimientos, y común en personas con síndrome de Down, por lo que los nutriólogos recomiendan a los padres de familia influir en la alimentación correcta de sus hijos, ya que es la mejor manera de prevenir y minimizar enfermedades.
Javier Magaña Gómez, investigador y docente de la Unidad Académica de Ciencias de la Nutrición y Gastronomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) destacó que la comida suele ser un foco central en la vida de las personas con síndrome de Down, los cuales tienden a tener mayor grasa corporal, por lo que se debe prestar atención que en estas personas existe un factor genético que disminuye el gasto energético del cuerpo de un 10 a 15 por ciento.
El nutriólogo comentó que otro factor importante que se debe considerar es el abandono temprano de la lactancia materna, la cual protege contra la aparición de la obesidad durante la infancia, hecho que la madre debe prestar especial atención puesto que sus beneficios no solo son nutrimentales para el bebé, sino que el ejercicio de los músculos orofaciales, permitirá el posterior desarrollo del lenguaje y masticación.
“Otro punto que se debe tomar en cuenta con este tipo de personas es que existen dos condiciones que suelen ser comunes en ellos, uno es que la cavidad oral es más reducida o que la lengua puede ser un poco mas grande, entonces el espacio que ocupan les obliga a tener la lengua para afuera, a tener una salivación que a veces puede ser constante y eso por lo tanto dificulta el mecanismo físico de la masticación”, detalló.
Magaña Gómez enfatizó que estas personas también presentan algunos problemas digestivos, por lo que el estreñimiento crónico es un padecimiento que se detecta frecuentemente en ellos, principalmente originado por llevar una dieta inadecuada e ingestión de pocos líquidos, sumada a la poca actividad física.
“Creo que estimularía a los papás a que se apoyen en personas que conozcan de esto, como con las que cuenta la Universidad Autónoma de Sinaloa, para acercarse y poder orientar, y de manera personal, sino fuera así, sino tienen ese medio que vigilen bastante la alimentación de sus hijos, que procuren darles satisfacciones pero orientadas hacia campos, hacia áreas de salud, es decir, esos estímulos que les damos, esas recompensas como panes y chocolates, bajarlas”, externó el académico.
Dejó en claro que en cada etapa de la vida una correcta alimentación es primordial y hay condiciones que requieren más cuidado y que maximizarán las otras terapias recibidas, por lo que la alimentación correcta es la mejor manera de prevenir y minimizar enfermedades.
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