Redacción
Culiacán, Sinaloa.- El suicidio es un acto que se puede evitar, y la familia es uno de los principales elementos que juega un papel muy importante en la prevención del mismo, enfatizó el doctor Ulises Armenta López.
El catedrático de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), informó que, es de suma importancia generar programas de prevención y de ayuda tanto para las personas con ideación suicida como para sus familias, pues en los últimos años la taza de muertes por suicidio ha aumentado de manera alarmante.
“Se habla de que de un año a otro aumenta hasta 100 por ciento, a lo mejor el 100 por ciento no dice nada o decir ‘ah, el 4.1 por ciento de cada 100 mil habitantes no es demasiado significativo’, pero si hablamos de 5 mil, 6 mil personas que anualmente se suicidan, entonces sí estamos hablando de una cifra alarmante”, apuntó.
Es por ello que el especialista llamó a estar atentos ante las señales de alerta que un ser querido, familiares o amigos pudieran estar presentando, en la idea de poder evitar y persuadir a esa persona que está pensando suicidarse.
“El suicidio es un acto que se puede prevenir, no es un acto personal, no solo le concierne a la persona como tal, sino concierne a todos como sociedad, de hecho, la familia es uno de los principales elementos que juega un papel muy importante en la prevención del suicidio, porque ahí se construye un escenario de vida, sistemas de valores”, puntualizó.
En ese sentido, mencionó que, algunos de los signos más frecuentes que pueden indicar que hay situaciones de riesgo son: hacer afirmaciones como “quiero morirme, desearía no haber nacido”; notar cambios en la conducta, depresión, aumento en el consumo de alcohol o de drogas.
“Hay algunos mitos alrededor del suicidio, algunos de ellos es, no le hagas caso cuando el niño o la persona dice lo mejor para mí sería no existir, quiero morirme (…) el mito en relación a esto, es que se piensa que es solo para llamar la atención y punto, no, yo creo que es importante, cualquier situación, por ejemplo, crisis emocionales, esos son focos rojos, silencios profundos, una persona retraída, cuadros de trastornos afectivos como tristeza profunda o depresión”, manifestó.
Ante estos focos de alarma, dijo que es muy importante que familiares activen los recursos de ayuda y de apoyo y apliquen los primeros auxilios psicológicos, que hablen y escuchen a la persona, hacerla sentir acompañada, pero sobre todo, dirigirse de manera inmediata con un profesionista de la salud.
Asimismo, el psicólogo exhortó a las instituciones educativas y autoridades gubernamentales a implementar un programa integral que permita prevenir el suicidio, así como la construcción de un centro especializado para atender este tipo de situaciones.
“Podría ser adecuado que un centro integral para la prevención y atención del suicidio, fuera un escenario donde profesionales de la salud desde médicos, psiquiatras, psicólogos, psicoterapeutas, enfermeras, personal especialista en ese sentido pudiéramos generar condiciones para establecer medidas junto con gobierno, con la Secretaría de Salud o con otras unidades de las mismas como el hospital psiquiátrico”, destacó.
Además, Armenta López, recomendó hacer campañas de difusión, conferencias, talleres, programas en los que sensibilicen y en las que se promuevan los valores y el respeto a la vida.