Cincinnati Bengals y Pittsburgh Steelers protagonizaron un partido sufrido, físico y estratégico, donde cada yarda se peleó como si fuera la última.
Los Bengals ganaron por la mínima en un juego sin brillo ofensivo, pero con carácter y una defensa que apareció en los momentos clave, presionando al quarterback y frenando terceros downs.
Son victorias que no lucen en el marcador, pero construyen equipos de playoffs.
Steelers compitió con su identidad defensiva habitual, pero su ofensiva volvió a fallar en momentos importantes.
No hay explosividad, no hay soluciones y eso en la NFL se paga caro.
Este juego refleja perfectamente a la AFC Norte: salvaje, impredecible y definida por el coraje más que por el talento.






















