El asesor especial del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Celso Amorim, advirtió que una intervención de Estados Unidos para derrocar al mandatario venezolano Nicolás Maduro podría tener consecuencias graves para toda la región. En entrevista con la agencia AFP, el exministro de Relaciones Exteriores calificó la situación como una “amenaza de intervención externa” y sostuvo que Brasil no aceptará una acción de ese tipo.
Amorim expresó su preocupación por los ataques estadounidenses a embarcaciones en el Caribe, cerca de las costas venezolanas, realizados bajo acusaciones de narcotráfico “sin ninguna prueba”. El diplomático consideró estas acciones un signo alarmante de escalada: “Hay personas muriendo ya. No sé si son narcotraficantes, pero no hay ninguna prueba de que lo sean. Es muy peligroso”. También señaló que el tema podría formar parte de la agenda de la posible reunión entre Lula y el presidente estadounidense Donald Trump, prevista al margen de la cumbre de la Asean en Malasia.
El ex canciller afirmó que el gobierno brasileño rechaza categóricamente cualquier intento extranjero de influir en el futuro político de Venezuela. “El problema de quién va a gobernar en Venezuela es de los venezolanos”, subrayó. Agregó que una intervención, sea militar o mediante servicios de inteligencia, “no es el camino” y advirtió que un escenario así podría generar un resentimiento inmenso y desatar una crisis regional, con flujos de refugiados que afectarían directamente a Brasil y Colombia.
Respecto a las relaciones bilaterales entre Brasil y Estados Unidos, Amorim destacó que, pese a las tensiones recientes por los aranceles impuestos a productos brasileños y la condena al expresidente Jair Bolsonaro, ambos gobiernos buscan retomar el diálogo. “El sentido común, de ambas partes, permitió el acercamiento. Lula no va a dar lecciones a Trump, y espero que lo contrario no ocurra tampoco. Tiene que haber un diálogo para buscar puntos de encuentro”, señaló.
Amorim precisó que se acordó la creación de un grupo de trabajo para abordar los temas comerciales, sin precondiciones políticas o ideológicas. Sobre las posibles negociaciones, indicó que Brasil está abierto a discutir temas estratégicos como minerales críticos y tierras raras, siempre que las inversiones generen beneficios mutuos. “Estamos abiertos a inversiones, siempre que también haya beneficio para Brasil”, afirmó.
Por último, el asesor presidencial mencionó que sectores como la carne, el café, las máquinas y los motores serán prioridad en las negociaciones para lograr la retirada de los aranceles. Subrayó que el objetivo principal es mantener una relación pragmática con Washington y dejar atrás las fricciones del pasado: “No hubo condicionamiento político, jurídico o ideológico en la negociación. Eso es lo más importante, ya es un nuevo comienzo”.
