Elda Ponce
Culiacán, Sinaloa.- Don Armando, es uno de los tantos “boleadores” o “limpia botas” que se encuentran en el Centro de Culiacán, Sinaloa.
Este oficio, se ha convertido en una tradición que, pese al paso de los años, se niega a desaparecer.
Después de tantos años de trabajo, teniendo altas y bajas, el señor Armando, señala que aún así, disfruta mucho su trabajo.
“Es que sube y baja pues, no te puedo decir bien, varían las cosas”
Desde los 9 años se dedicó a ejercer este oficio, con un simple cajón de bola, hecho de madera.
“A las 9-10 años de edad, en un cajón de bola, un cajón de maderita”
Eso que empezó como un simple pasatiempo, hoy en día, para el, lustrar zapatos, se volvió una parte importante en su vida, ya que gracias a este trabajo puede llevar comida a su familia.
Desde hace años, ha laborado en este pequeño negocio, primero empezando plaza por plaza, hasta que en 1980 se posicionó en la plazuela Álvaro Obregón.
Sin dudarlo, el señor Jesús Armando, disfruta mucho lo que hace, y siempre estará dichoso por este oficio que le ha dado de comer por tantos años.