Claudia Araujo
Culiacán, Sinaloa-. La señora Blanca Estela y sus hijas se dedican a la venta de camarón seco en las afueras del mercado municipal Gustavo Garmendia, este negocio Blanca Estela lo empezó desde hace aproximadamente 4 años con el objetivo de poder darles a sus tres hijas una educación y estudios universitarios, algo que hasta el día de hoy ha podido cumplir.
A raíz de que su marido falleciera, que llegara la pandemia y se quedara sin trabajo, Blaca decidió a no darse por vencida y emprendió este negocio que le ha ayudado de mucho en su día a día y en la vida de sus hijas.
“Entonces nos vinimos para acá a vender camarón, primero andábamos así por las calles, después tuve conocidos que me ayudaron a ponerme aquí en el mercado, pues aquí gracias a Dios y a la Virgen hemos salido adelante, yo tengo tres muchachas estudiando, una que estudia Enfermería, otra Arquitectura y otra Educación, trabajando y estudiando de aquí mismo sale para ellas, todas trabajamos, ellas días que no hay clases en sus escuelas vienen para acá o a veces no van porque no tienen dinero”.
Y aunque se han visto en situaciones difíciles, nunca han dejado que eso les afecte pues cada día llegan a su puesto con más ganas de vender y llevar un sustento a su casa y ver como poco a poco sus hijas están completando sus estudios y metas.
La señora Blanca explicó ser un trabajo un poco difícil, al ser el camarón un producto muy delicado y más en esta temporada de calor que es más fácil que se eche a perder, por ello el que todos los días tengan que estar empaquetando camarón nuevo y fresco.
“Y tengo que estar diario al 100, las bolsas cambiarnas, mirar como esta el camarón que si sudo, tener que cambiarlo y sacarlo para que les pegue el sol, porque si suda y uno así lo deja se le echa a perder, esa aguita que acumula adentro de la bolsa por el calor….. y así es estar diario es todo un proceso”.
Todo esto con la intención de siempre estar ofreciendo los mejores productos a sus clientes, ya que ellos son los que hacen que ellas puedan estar vendiendo cada día más.
Si bien, su trabajo consiste estar a la intemperie aguantando el intenso calor, a la señora Blanca le gusta lo que hace pues gracias a ello a podido hacer amistades tanto con sus clientes como con sus vecinos del mercado.
Espera que este negocio le pueda seguir brindando la ayuda que hasta hoy a tenido y en un futuro poder ver que todo el esfuerzo que las cuatro hicieron valió la pena.