Claudia Araujo
Culiacán, Sinaloa-. Después de que sus rodillas sufrieran un desgaste y le impidieran seguir trabajando en lo que más le apasionaba, hizo que José Dural Silva se dedicará mejor al comercio fijo, el cuál consiste en solamente una mesa de plástico, una silla, una vitrina, mucho hielo y las frutas de temporada.
El señor José, desde hace un poco más de 25 años se dedica a vender fruta fresca y deliciosa en la avenida Domingo Rubí entré las calles Escobedo y Cristóbal Colón de 10 de la mañana a 6:30 de la tarde todos los días del año, pues su necesidad de salir adelante por el mismo es más grande que cualquier cosa.
“Me descapacité de las rodillas y pues ya no pude trabajar en otra cosa pues, nada más donde pueda estar sentado y un ratito parado nada más, tengo desgaste, porque mi trabajo era de pintar, impermeabilizar, era de subir y bajar escalera y ahí ya no puedo, por eso mejor anduve arreglando en el Ayuntamiento que me dieran permiso de agarrar el peso pues y por eso es lo que estoy haciendo”.
Para José todos los días el vender frutas frescas es un reto, ya que asegura las ventas bajan y suben pero lamentablemente bajan más que subir, sin embargo eso a él no lo detiene, pues ya sean $100-$200 pesos los que gana en todo el día bien le sirven.
Y aunque haya veces en las que no vende ni un solo vaso de frutas, a él le sigue gustando su trabajo pues con el ha podido conocer a personas y comenta que es lo que más le gusta de éste, su trabajo.
“Pues andar limpio y ofrecerles muy bien la fruta a las personas, tener buen carácter para tener el negocito, hablarle a la gente ‘mire aquí está limpio’ esta higiénico… ¿Este negocio en estos 25 años le ha ayudado a solventar los gastos que se le presenten? Bueno cuando me puse aquí si, antes trabajaba por fuera estaba ambulando pues y ya cuando vi que ya no podía ya fue cuando me dedique al Ayuntamiento y si si me ayudaron, no me dejaron abajo”.
El ver que esta grande oportunidad que se le estaba dando, puso en marcha todo lo necesario para poder levantar su puesto, agradecido también con el señor del local que le presta su banqueta para que el pueda vender.
A pesar de que la fuerza muchas veces no le da para más el no se rinde y día con día llega al centro a vender frutas frescas y de temporada, pues sabe que con estos calores todas las personas buscan como refrescarse.
El señor José Dural Silva, planea seguir en este negocio hasta que Dios se lo permita.