La aparición de Tilly Norwood, una actriz creada con inteligencia artificial, ha generado controversia en Hollywood tras conocerse que agencias de talentos estarían interesadas en representarla como la “próxima Scarlett Johansson”. Su creadora, la directora ejecutiva de Particle 6, Eline Van der Velden, defendió que el personaje es “una obra de arte” y no un sustituto de seres humanos.
Van der Velden explicó en un comunicado que Tilly busca abrir nuevas posibilidades creativas, comparándola con innovaciones previas como la animación, los títeres o los efectos CGI. “La IA ofrece otra manera de imaginar y construir historias”, afirmó, añadiendo que su objetivo no es reemplazar la actuación tradicional, sino aportar otra herramienta a la narrativa audiovisual.
Tilly Norwood fue presentada gradualmente este año a través de cuentas en TikTok, Instagram y YouTube, donde compartió imágenes generadas por IA y frases cercanas al público. La intención, según su creadora, era posicionarla como una figura comparable a actrices de renombre como Scarlett Johansson o Natalie Portman, lo que atrajo la atención de agencias de talentos internacionales.
Sin embargo, la iniciativa desató críticas entre actores de Hollywood. Melissa Barrera calificó la idea como “asquerosa” y sugirió abandonar a cualquier agente que represente talento de IA. Mara Wilson, actriz de Matilda, cuestionó el uso de rostros de mujeres reales para construir al personaje, mientras Nicholas Alexander Chavez sostuvo que Tilly “no es una actriz en realidad”.
Algunas reacciones fueron más irónicas, como la del actor Lukas Gage, quien bromeó diciendo: “¡Fue una pesadilla trabajar con ella!”. No obstante, el descontento general refleja un trasfondo de preocupación en la industria sobre el impacto de la inteligencia artificial en las oportunidades laborales y el valor del arte interpretativo humano.
El debate se enmarca en la huelga de 2023 del sindicato SAG-AFTRA, que denunció intentos de los estudios de usar IA para escanear a actores de fondo, pagando solo un día de trabajo y reteniendo los derechos de sus imágenes para proyectos futuros sin compensación. Para Van der Velden, en cambio, la IA debería considerarse como un nuevo género artístico que convive con el cine, el teatro y la música, ampliando las formas de creatividad y conexión.






















