El sector periodístico en Estados Unidos atraviesa una de sus peores crisis en décadas. De acuerdo con el informe Medill State of Local News de la Universidad Northwestern, en el último año han cerrado 136 periódicos, lo que ha ampliado los llamados “desiertos informativos”, es decir, comunidades sin acceso a noticias locales. Aunque algunos emprendedores impulsan nuevos medios digitales, en su mayoría financiados por fundaciones, estos esfuerzos no logran compensar la pérdida de medios tradicionales.
Desde 2005, el número de periódicos en circulación ha disminuido drásticamente, pasando de 7,325 a solo 4,490. La caída en la circulación también es alarmante: de un promedio diario de entre 50 y 60 millones de lectores hace dos décadas, hoy apenas supera los 15 millones. A esto se suma la reducción en el empleo dentro del sector: en 2005, más de 365 mil personas trabajaban en periódicos; hoy, la cifra se ha desplomado a poco más de 91 mil. Actualmente, solo el 29% de los periodistas activos trabaja en prensa escrita, frente al 71% que lo hacía hace veinte años.
El informe señala que, a diferencia de otros periodos, la mayoría de los cierres recientes no obedecen a fusiones de grandes corporaciones, sino al abandono de propietarios independientes que ya no pueden sostener sus operaciones. Ejemplos como el Wasatch Wave en Utah o el Aurelia Star en Iowa ilustran esta tendencia. El problema se agrava en zonas rurales, donde la falta de nuevos proyectos digitales ha dejado a más de 50 millones de personas en condados sin medios locales o con apenas uno.
Algunos estados, como Maryland, Nueva Jersey, Maine, Hawái y Ohio, registran los mayores porcentajes de cierres. Además, entre los 100 periódicos más importantes del país, solo 61 mantienen ediciones impresas diarias. Otros han reducido su frecuencia o migrado completamente al formato digital, como el New Jersey Star-Ledger y el Atlanta Journal-Constitution, que dejará de imprimirse a finales de año.
El tráfico en línea de los principales periódicos también se ha desplomado, cayendo un 45% en los últimos cuatro años. Aunque parte de esta disminución responde al fin del interés informativo generado durante la pandemia, otros factores —como la pérdida de visibilidad en redes sociales y el auge de la inteligencia artificial generativa en los motores de búsqueda— han reducido la conexión entre los medios y su público. El informe concluye que, sin una intervención significativa, el ecosistema informativo local en Estados Unidos podría volverse aún más frágil en los próximos años.






















