El ejército de Madagascar asumió el control del país este martes, tras la huida del presidente Andry Rajoelina en medio de violentos enfrentamientos con manifestantes y fuerzas de seguridad. En un anuncio hecho por el coronel Michael Randrianirina, líder de un motín militar, se confirmó que el Ejército había tomado el poder. La revuelta se produjo luego de que Rajoelina, de 51 años, se desplazara al extranjero tras un fallido intento de disolver la Asamblea Nacional.
Randrianirina, quien lideró a un grupo de soldados que se unieron a los manifestantes antigubernamentales, precisó que los militares estaban disolviendo las instituciones gubernamentales, salvo la cámara baja del parlamento, que minutos antes había votado la destitución del presidente. La situación refleja el creciente descontento en el país por la corrupción, la escasez de servicios básicos y la gestión del gobierno.
Rajoelina, quien se encontraba bajo presión por las semanas de protestas populares y deserciones en las filas del ejército, habría huido el domingo en un avión militar francés, según confirmaron varias fuentes, incluyendo un diplomático extranjero. El presidente alegó que su salida del país fue por razones de seguridad, ante las amenazas a su vida. A pesar de su partida, se negó a dimitir, desafiando la creciente presión tanto interna como internacional.
Las protestas, que comenzaron el 25 de septiembre debido a la falta de agua y electricidad, se expandieron rápidamente, abarcando una amplia gama de quejas contra el gobierno. El conflicto ha sumido a la nación en una grave crisis política, y la situación continúa siendo incierta mientras el país enfrenta una nueva etapa de inestabilidad.






















