Claudia Araujo
Culiacán, Sinaloa-. Entre dulces de mango, elote, chicles, espirales, paletas de corazón y demás, los días del señor Ignacio Ayala se pasan en el primer cuadro del centro de Culiacán.
El señor Ignacio Ayala compartió su historia con Viva La Noticia, detallando que es desde hace 10 años que él en un accidente perdió parte de su pierna izquierda impidiéndole así a continuar con su trabajo, sin embargo apenas hace 3 años decidió empezar a vender dulces en el centro de Culiacán, al ser ya una personas de casi 62 años y con discapacidad es muy difícil que empresas le den trabajo.
“Vendo paletitas dulces aquí en el centro y esta es mi única entrada de dinero, porque como perdí mi pie en un accidente no puedo buscar trabajo por la edad y es dura la vida, mira cuando te falta una extremidad es muy difícil quien te apoye y quien te ofrezca trabajo, se te cierran muchas puertas y uno tiene que buscar la manera de agarrar un peso, para sobrevivir”.
Al no saber qué hacer al momento de haber perdido una extremidad y quedarse sin trabajo, un amigo muy cercano a Ignacio le aconsejo que se fuera a vender al centro de Culiacán y él no la pensó dos veces, pues se armó de valor y junto todas sus fuerzas para salir de la cama y empezar a vender estos dulces.
Y es cómo desde hace tres años el señor Ayala se mantiene y cubre sus gastos con el dinero que junta vendiendo las paletas picositas, dulces y saldas.
“Es que mira, se vende mucho la de mango, los pirulines, las paletas de elote, de corazón, de menta también se vende mucho hay mucho tipos de dulces y tú le vas cambiando con la temporada y si se vende… ¿En cuánto vende sus dulces?… El más caro el pirulín $5 y la de corazón a $10 como es ahorita para el catorce está un poquito caro”.
El señor Ignacio se encuentra todos los días de lunes a domingo de 9 de la mañana a 6 de la tarde en la Avenida Juan Carrasco esquina con calle Miguel Hidalgo.