¿Conocías este dato sobre el Archivo Histórico de la Facultad de Historia de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS)? ¿Sabes que esta es una área de resguardo y conservación de documentos que datan, el más antiguo de ellos del año de 1690? Un acervo de más de 300 microfilms que plasman la vida pasada a través de archivos de cinco parroquias de nuestro estado, donde se pueden encontrar registros bautismales, de matrimonio y de defunción, así como registro de hijos naturales y legítimos.
Rafael Ayala Aragón, encargado de preservar este patrimonio documental y hemerográfico, compartió que en este archivo se puede encontrar todo lo concerniente a lo que la iglesia registraba, una fuente de información no solo para historiadores o investigadores, sino cualquier ciudadano que desee acudir a este recinto al estar abierto al público en general.
“Nosotros tenemos el archivo sacramental de cinco parroquias: la de la Villa de San Miguel, de Cosalá, de Elota, San Ignacio y el Rosario; estos se adquirieron con ayuda y convenio con el Archivo General de la Nación, esta microfilmación registra más de 100 años”, comentó.
Entre la información que se puede consultar en esta fuente, citó desde demografía, estudio de matrimonios a través de los linajes, defunciones para conocer de qué moría la gente, cortes cronológicos para conocer cuál era la edad en que morían más, además de saber qué enfermedades causaban más defunciones.
Este recinto, que guarda y conserva celosamente este legado de nuestra historia a través de microfilms tiene un plus, pues cuenta con máquinas especiales para su consulta, un equipo que ya es difícil de obtener y conseguir y solo algunas universidades lo tienen, siendo la UAS una de ellas.
A este gran acervo también se le suman medios impresos de aquella época, encontrando información valiosa del siglo XVIII y XIX. Entre los más consultados e importantes están El Mefistófeles, que contiene información del Cañedismo, la Revolución, así como la vida cotidiana de la época, el sistema económico, social y cultural de este periodo, así como El Correo de Occidente o de la Tarde.
“En estos periódicos podemos ver cómo el diseño, en cuestión de publicidad, va evolucionando, en él se observa la moda de aquellos años y las telas de París, cómo llegaban y cuántas; fotografías y publicaciones de Europa y Estados Unidos, muy general. Por eso hago una invitación al resto de facultades para que visiten este acervo que engloba el estudio de otras disciplinas, diseño, arquitectura, psicología, política y vida cotidiana, economía un sin número de temas”, expuso.