El Día de los Fieles Difuntos es una jornada de esperanza y comunión, no siendo una celebración triste, compartió el Padre Saúl Norzagaray, vocero de la Diócesis de Culiacán para Viva La Noticia.
La iglesia, comentó, enseña que la muerte no rompe los lazos del amor cristiano, continuando unidos a sus difuntos en el cuerpo místico de cristo que abarca la iglesia peregrina, la iglesia purgante y la iglesia gloriosa, llamándose a la unión como la comunión de los santos.
«Ahora bien, ¿Qué es lo que tenemos que hacer o se nos invita a hacer en estas fiestas de los fieles difuntos? Pues es participar… Es participar en la eucaristía, es orar por los fieles difuntos, por las benditas almas del purgatorio. También cuando vamos a visitar a nuestros seres queridos en el cementerio no como un acto supersticioso sino como un signo de fe, de esperanza, llevar las flores, encender luces, las velas, rezar y recordarlos con cariño a todos ellos, a nuestros seres queridos que ya no están físicamente entre nosotros».
De esto, compartió que se trata de un gesto de amor que expresa que la vida no termina con la muerte. También, que se invita a mantener viva la fe, la esperanza y las actitudes cristianas frente a la muerte.
«La esperanza, la caridad, la fe, la gratitud; la esperanza porque pues tenemos puesta nuestra mirada en la resurrección de los muertos en la vida eterna y la caridad, el amor, orar por quienes ya no están con nosotros, y la fe que nos anima, que aviva la confianza en la misericordia de Dios que quiere que todos nos salvemos y con gratitud».
Con ello, que se recuerda la vida de quienes se ama como un regalo de Dios en el caminar en el mundo.






















