El escritor y ensayista mexicano Gonzalo Celorio fue galardonado con el Premio Cervantes 2025, el máximo reconocimiento de la literatura en español, por su “excepcional obra literaria” y su “lucidez crítica que explora la identidad sentimental y la pérdida”. El anuncio fue hecho por el ministro de Cultura de España, Ernest Urtasun, quien informó que el premio, dotado con 125 mil euros, será entregado el 23 de abril en la Universidad de Alcalá de Henares.
El jurado, conformado por figuras como Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo y Aurora Egido, destacó la trayectoria del académico mexicano, cuya obra refleja un profundo amor por la lengua y una mirada melancólica sobre la memoria. El reconocimiento se inscribe también en un contexto de acercamiento cultural entre México y España, tras años de tensiones diplomáticas.
Celorio, de 76 años, ha dedicado su vida a la enseñanza y a la reflexión sobre la literatura mexicana. Fue director de la Facultad de Filosofía y Letras y de la Academia Mexicana de la Lengua, y su obra —entre la erudición y la confesión personal— aborda la historia familiar, la memoria y la identidad. Entre sus libros más conocidos figuran Amor propio (1992), Y retiemble en sus centros la Tierra (1999) y la trilogía Una familia ejemplar.
En su más reciente obra, Ese montón de espejos rotos (Tusquets), Celorio recorre su vida intelectual con una prosa íntima y poética, al tiempo que reflexiona sobre el paso del tiempo, la soledad y la vocación literaria. El escritor ha señalado que su propósito no es construir una autobiografía, sino preservar los fragmentos significativos de su memoria, convencido de que “el lenguaje distorsiona lo que intenta retener”.
A sus más de siete décadas, el autor se mantiene activo, impartiendo clases y escribiendo con entusiasmo. “No me he jubilado ni pienso hacerlo hasta que desfallezcan mis fuerzas o mi lucidez”, ha dicho. Celorio combina ironía y ternura al hablar de su oficio: “He tenido la fortuna de dedicarme a la literatura, que no sirve para nada, pero ha sido un lujo maravilloso”.
Con este reconocimiento, el Premio Cervantes vuelve a la región latinoamericana tras dos años consecutivos de premiar a autores españoles. En la última década, la alternancia entre escritores ibéricos e iberoamericanos ha sido una constante que refuerza el carácter universal del galardón, creado en 1976 para honrar a quienes enriquecen la herencia literaria en español.
