Tumbas lujosas marcan los lugares de descanso final de los narcotraficantes en el cementerio Jardines de Humaya en Culiacán, la capital del estado de Sinaloa.
Los líderes del cártel algunas veces compran decenas de fosas funerarias por adelantado en Jardines de Humaya, para asegurarse de que haya espacio para su gente cuando hagan el viaje final.
Hay construcciones de dos y hasta tres pisos, las cuales tienen terraza, luz, aire refrigerado, algunas cuentan con recámaras, televisión, comedor, sótano, sala y hasta cocineta, además de cámaras de video vigilancia. De acuerdo con el portal del cementerio, el servicio incluye mantenimiento como mejora y conservación de las instalaciones.
Muchos están decorados con esculturas o pinturas de santos, Jesús o la Virgen de Guadalupe, a pesar de sus violentos estilos de vida.