La MLB entra en una fase donde cada juego tiene sabor a octubre y el pitcheo vuelve a demostrar por qué construye campeones.
Dodgers venció 3-1 a Brewers con una exhibición de control, rotación dominante y bullpen confiable.
No solo ganan, imponen respeto y envían un mensaje claro: están listos para la postemporada.
En la otra serie, los Blue Jays respondieron con fuerza y aplastaron 8-2 a Mariners, empatando la serie con bateo oportuno y actitud agresiva. Toronto demostró que, cuando su ofensiva despierta, puede borrar cualquier ventaja rival.
En este cierre de temporada queda claro: el pitcheo frena aspiraciones, el bateo rompe rachas… y las series están al rojo vivo.





















