La vocera del Ejecutivo español, Pilar Alegría, reiteró la petición a los organismos internacionales de expulsar a Israel de cualquier torneo deportivo mientras continúe el “genocidio” en Gaza. La ministra de Educación y Deportes recordó el precedente de Rusia en 2022 y advirtió que permitir la participación de un país señalado por cometer una masacre sería “inaceptable”.
El debate se intensificó tras el comunicado de la Unión Ciclista Internacional (UCI), que acusó al gobierno de Pedro Sánchez de “instrumentalizar” el deporte para fines políticos luego de que la última etapa de la Vuelta ciclista a España se cancelara por manifestaciones pro Palestina. El Consejo Superior de Deportes (CSD) respondió con “malestar y sorpresa”, defendiendo el derecho constitucional a la protesta y señalando que el deporte no puede ser indiferente a las violaciones de derechos humanos.
Desde el CSD se insistió en que “no hay paz sin justicia” y que permitir que Israel blanquee sus acciones a través del deporte contradice la Carta Olímpica. Recordaron que la ONU ya alertó de la hambruna en Gaza y que miles de niños inocentes han muerto en la ofensiva militar.
El tema también abre un debate en España sobre los vínculos con capital israelí en el deporte. La Vuelta ciclista recibe apoyo de Correos, RTVE y subvenciones públicas, mientras que el empresario sionista Idan Ofer posee el 32% del Atlético de Madrid y el 45% de la compañía Abarca, dueña del Movistar Team. Telefónica, con participación estatal, avaló esa operación.
A ello se suma la Euroliga de baloncesto, que iniciará con la presencia de dos equipos israelíes que se enfrentarán a clubes españoles como el Barcelona. El gobierno aún no ha aclarado si tomará medidas para impedir esos encuentros, lo que mantiene abierta la discusión sobre el alcance de su postura frente a Israel en el ámbito deportivo.
