El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos anunció que, a partir del 30 de octubre de 2025, eliminará la extensión automática de los permisos de trabajo temporales (EAD) para inmigrantes. Con esta medida, quienes soliciten la renovación de su permiso después de esa fecha deberán esperar la aprobación para continuar laborando, lo que afectará directamente a miles de trabajadores migrantes y a sus empleadores. La decisión, publicada por la Oficina de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), se justifica bajo argumentos de “seguridad nacional” y marca un cambio significativo en la política migratoria administrativa del país.
Hasta ahora, la extensión automática permitía que los solicitantes continuaran trabajando legalmente mientras esperaban la resolución de su trámite. Este beneficio, que se había ampliado hasta 540 días en enero de 2025, será revocado para todas las solicitudes presentadas después del 30 de octubre de ese mismo año. Sólo se exceptuarán algunos casos específicos definidos por ley o mediante notificaciones federales, como ciertos beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS).
El DHS argumentó que esta modificación busca reforzar los controles migratorios y de seguridad antes de emitir o renovar una autorización laboral. Según la USCIS, la política previa dificultaba realizar verificaciones completas del historial de los solicitantes, incluyendo antecedentes penales y datos biométricos. Con la eliminación de la extensión automática, las autoridades afirman que podrán aplicar “controles adicionales” que garanticen una mayor supervisión del proceso.
La medida impactará a distintas categorías de inmigrantes que dependen del EAD para trabajar, entre ellos solicitantes de asilo, beneficiarios del TPS, cónyuges de titulares de visas E, H y L, personas en proceso de ajuste a residencia permanente y ciudadanos de Micronesia, Islas Marshall y Palau amparados por acuerdos especiales con Estados Unidos. Las renovaciones solicitadas antes del 29 de octubre de 2025 seguirán bajo el régimen anterior, pero a partir de la nueva fecha, sólo quienes tengan un permiso vigente y una renovación aprobada podrán continuar trabajando.
El cambio también implica nuevas obligaciones para los empleadores, que deberán actualizar sus procedimientos de verificación de documentos laborales. USCIS precisó que los recibos de solicitud (Formulario I-797C) dejarán de ser válidos como prueba de autorización para las renovaciones presentadas después del 30 de octubre. Por ello, recomienda iniciar las solicitudes de renovación con al menos 180 días de anticipación para evitar interrupciones laborales. Si el EAD vence antes de la aprobación de la renovación, el trabajador deberá suspender sus actividades hasta recibir el nuevo documento.
De acuerdo con datos oficiales, antes de esta modificación la USCIS procesaba entre 293.000 y 450.000 solicitudes de renovación de EAD cada año, lo que refleja el impacto masivo de la medida. Aunque la eliminación de la extensión automática busca reducir la carga administrativa a largo plazo, el propio DHS reconoce que podría haber retrasos durante la transición. La decisión ha generado preocupación entre defensores de migrantes, quienes advierten que la medida pondrá en riesgo la estabilidad económica de miles de familias y complicará la retención de empleados en diversos sectores del país.
