Una carta abierta firmada por Tom Hanks, Jennifer Aniston, Meryl Streep, Jamie Lee Curtis, Jason Bateman, Martin Short y decenas de figuras de Hollywood encendió el debate sobre la libertad de expresión en Estados Unidos. El documento, difundido el 21 de septiembre por la American Civil Liberties Union (ACLU), condenó la decisión de Disney de retirar el programa Jimmy Kimmel Live! de su parrilla y advirtió sobre los riesgos de sentar un precedente de censura.
En la misiva, los firmantes denunciaron que las represalias contra comunicadores por sus opiniones “atentan contra el corazón mismo de lo que significa vivir en un país libre”. El texto evocó la era McCarthy, señalando que el silenciamiento de voces críticas mediante demandas y presiones recuerda momentos oscuros de la historia. “Hoy debemos hacer lo mismo que entonces, porque nuestras voces, juntas, son más fuertes”, subraya el documento.
El respaldo a Jimmy Kimmel incluyó a actores vinculados con producciones de Disney y sus plataformas. Martin Short y Meryl Streep forman parte de la serie de Hulu Only Murders in the Building; Florence Pugh y Julia Louis-Dreyfus participaron en la película de Marvel Thunderbolts; Jamie Lee Curtis aparece en la multipremiada serie The Bear; y Kathryn Hahn protagoniza Agatha All Along.
A ellos se sumaron artistas como Ariana DeBose, Jane Fonda, Maggie Gyllenhaal, Regina King, Diego Luna, Lin-Manuel Miranda y Natalie Portman, quienes reforzaron el peso de la protesta dentro y fuera de Hollywood. Para la ACLU, lo que está en juego no es solo el futuro de un programa de televisión, sino la capacidad de artistas y periodistas de expresarse sin miedo a represalias políticas o empresariales.
La controversia estalló tras el anuncio de Disney de suspender indefinidamente el programa. Sin embargo, el 23 de septiembre, ABC confirmó que Jimmy Kimmel volverá a su espacio habitual. En un comunicado, la compañía explicó que la producción se detuvo para “no agitar una situación tensa en un momento emocional para el país” y reconoció que algunos comentarios emitidos fueron considerados “inoportunos e insensibles”.
La empresa detalló que durante la semana sostuvo conversaciones con el propio Kimmel antes de tomar la decisión de su regreso. Aún no está claro si el presentador se pronunciará sobre el caso o si emitirá disculpas públicas a la familia de Charlie Kirk, que fue aludida en sus comentarios y cuyo reclamo detonó la controversia.






















