Con una inflación que se acelera más rápido de lo previsto, los funcionarios de la Reserva Federal se reúnen esta semana de cara a una tensión constante entre sus principales objetivos, mientras millones de estadunidenses siguen desempleados más de un año después del inicio de la pandemia de coronavirus.
El mercado espera que el banco central estadunidense señale la continua fortaleza de la economía y reconozca las primeras conversaciones entre sus autoridades sobre cuándo y cuán rápido reducir el programa de compra de bonos lanzado en 2020 para ayudar a combatir la recesión desencadenada por la pandemia.
Las autoridades también actualizarán sus puntos de vista sobre cuándo la Fed debería elevar su tasa de interés de referencia desde el actual nivel cercano a cero, y los mercados se centrarán en si el banco central cambia la primera alza de tasas prevista a 2023 desde 2024, donde se encontraba en la última ronda de proyecciones en marzo.
La Fed debe buscar un equilibrio delicado, ya que se ha comprometido firmemente a utilizar sus herramientas de política monetaria para recuperar los puestos perdidos por la pandemia, pero es consciente de los rumores dentro de sus filas sobre la posibilidad de que la economía haya sanado más rápido y la inflación haya repuntado con más fuerza de lo esperado, aunque con menos trabajadores.
Aunque las autoridades esperan que las actuales fricciones se disipen a medida que se resuelvan las complicaciones de la reapertura de la economía, la recontratación de trabajadores y el restablecimiento de las cadenas de suministro, el proceso puede llevar meses.