Las Águilas de Filadelfia y Jalen Hurts vivieron una tarde de ensueño tras vencer 31-7 a los 49ers de San Francisco en el juego que daba a conocer al primer invitado al Super Bowl LVII a jugarse en Atlanta el próximo domingo 12 de febrero.
Las esperanzas de que Brock Purdy se convirtiera en el quarterback más joven en llegar en un Super Bowl se fueron esfumando poco a poco tras la lesión del mariscal de campo de 22 años; 49ers no pudieron mantener el idilio de la NFL en México con el Super Bowl.
PRIMER CUARTO
Muy temprano en el encuentro se dio una jugada que terminaría por ser fundamental, ya que en cuarta oportunidad y 3 por avanzar, Jalen Hurts y las Águilas se la jugaron. DeVonta Smith conseguiría la primer oportunidad y gol para Filadelfia, misma que Miles Sanders concretaría con un touchdown en el Lincoln Financial Field; Jake Elliott no falló el extra.
La respuesta de los 49ers, con Brock Purdy al mando no llegó, todo lo contrario. Con 6:56 restantes, la presión de Haason Reddick produjo un balón suelto que dejó en los linderos del medio campo a Filadelfia, sin embargo, cuatro jugadas después despejaron el ovoide y cedieron la posesión.
Por parte de los 49ers, Josh Johnson saltó al emparrillado debido al duro golpe que Purdy recibió por parte de Haason Reddick, mismo que estuvo a punto de ser -de nueva cuenta- verdugo de Johnson, quien ha pasado por 14 equipos de la NFL; 7-0 terminaría el primer capítulo luego la polémica jugada en la que el ovoide tocara uno de los cables que sostienen la cámara que recorre el campo.
Aún con Brock Purdy fuera del emparrillado, la mancuerna entre Josh Johnson y Christian McCaffrey rindió frutos a la mitad del cuarto con un acarreo del ’23’ que lo llevó a las diagonales y conseguir el primer touchdown para los visitantes, mientras que el siempre confiable Robbie Gould hizo efectivo el punto extra para igualar el marcador.
Confiados en el buen porcentaje (68%) de las cuartas oportunidades conseguidas durante la temporada, Filadelfia obtuvo la yarda que les hacía falta y movió las cadenas en campo propio, misma que tenía el peligro de dejar a San Francisco ubicado a escasas yardas de la zona roja.
Una nueva asociación entre Jalen Hurts y Miles Sanders resultó fructífera para Filadelfia, misma en la que Sanders encontró un hueco en la defensa de los 49ers (el cual explotó) y puso un nuevo touchdown para los locales. Jake Elliott no falló y concretó el 14-7 para las Águilas.
Con poco más de un minuto para terminar la primera mitad, Haason Reddick consiguió el balón suelto en campo de los 49ers y Boston Scott fue el encomendado en conseguir el tercer touchdown de la tarde para los locales y encaminar el compromiso a su favor; Jake Elliott hizo su tarea y todo culminaría 21-7.
TERCER CUARTO
Apenas en el amanecer de la segunda mitad, San Francisco buscaba acortar distancias, sin embargo, una lesión de Josh Johnson envió nuevamente al emparrillado a un disminuido Purdy.
Charvarius Ward mantendría en el juego a los 49ers luego de impedir que Quez Watkins consiguiera la primera oportunidad en zona roja… todo se iría por la borda luego del castigo a San Francisco por Fred Warner, misma que concedería el movimiento en las cadenas.
Las Águilas terminaron el tercer cuarto volcados al frente con una oportunidad de sepultar las pocas esperanzas de San Francisco luego de lo demostrado en el Lincoln Financial Field; Jalen Hurts puso el dedo en la llaga y consiguió una nueva anotación para poner todo 28-7.
CUARTO FINAL
La dinámica en el encuentro bajó considerablemente Filadelfia empezó a consumir los segundos por la vía del juego terrestre ante el consentimiento de la defensiva de San Francisco.
Previo a que el reloj marcara los últimos 5 minutos, un certero Jake Elliott consagró una tarde de ensueño para los de Filadelfia e hizo efectivo el intento de gol de campo para poner el 31-7 definitivo.
El próximo 12 de febrero, el State Farm Stadium de Arizona recibirá a las Águilas de Filadelfia en le Super Bowl LVII, mismo en el que los Benngals de Cinccinati y los Chiefs de Kansas City contenderán por el último boleto al gran juego.